Fantasía desbloqueada

 Hace bastante no subo nada por acá, asi que primero un poco de contexto. Hace unos años empecé a sentir atracción hacia mi mejor amiga. Tuvimos varios encuentros solas, hasta que me puse de novia con Lucas. Después de pensarlo bastante, y desear mucho volver a estar con ella, la invité a coger con nosotros (varias veces). Luego, ella se puso de novia y ahi se cortaron los trios. Aunque entre nosotras a veces pasan cositas... El novio de ella no sabe nada de todo esto, pero el mio si. No solo uso el recuerdo garchando los 3, sino también le cuento cuando me mando alguna con ella.


A él le re calienta escucharme. Un día, me confesó que le gustaría estar presente alguna vez que estemos las dos. Obvio, sin participar. Solo ver... bien pajín, pero bueno... la verdad que a mi también me calentó esa imagen. Hace unos meses, le conté a Agustina sobre esto y le encantó la idea... Tuvimos una revolcada fugaz y nunca más volvimos a hablar del tema seriamente.

Ahora, estamos planeando un viaje de vacaciones los cuatro (Agus y su novio, Lucas y yo). Una tarde, estabamos con Agus en el departamento de Lucas viendo excursiones, combinando pasajes, hoteles... Hasta que llegó Lucas de trabajar. Nos saludó a las dos y se fue a bañar. A partir de ahi, perdimos totalmente la concentración. El clima se volvió mucho más raro. Agustina rompió el silencio.

- Che... amiga... estaría, no? - me decía mientras se mordía los labios. Yo no entendía
- Qué? - ella me revoleaba los ojos y señalaba la habitación
- No te acordás lo que me habías contado? - me agarró de sorpresa, y la verdad en todos estos meses hablamos de tantas cosas... me quedé en silencio con cara de esperar más data. Ella se acercó la silla y empezó a susurrarme al oído.

- Lucas te contó que le gustaría solo vernos - su mano se apoyó en mi pierna, y mi piel se erizó por completo. - Y bueno... él está aca... vos... yo... Da para darse unos besos, y que él nos mire?

Yo no le contesté nada, le agarré la cara y le comí la boca. Un beso bien profundo, como para sacarse las ganas y a trabajar... Ella se escondió, yo lo esperé en la cama. Cuando salió del baño, apareció con la toalla tapandose de la cintura para abajo...

- Y Agus? - fue lo primero que me preguntó
- Se fue... vos salías asi medio en bolas sabiendo que ella estaba acá?
- Pregunto nomás... si no se ve nada desde donde estaban!!!
- La extrañás? - quedó descolocado sin saber que responder. Yo me acariciaba la pancita levantando la remera casi rozando la parte baja de mis pechos. Él se quedó mirando eso sin decir nada.

Me levanté y lo abracé besandolo con ganas. Lo arrastré y lo senté en la silla que había acomodado a unos metros de la cama. Él, obediente, no decía nada. Le até las manos por atrás con el cinto de su pantalón y me trepé arriba. Movía mis caderas, franeleando su pija que ya la sentía aumentar de tamaño.

- Ay mi amor como la tenés - le susurraba al oído mientras le mordía la oreja y el cuello. - Te hablo de Agustina y te seguís calentando, hijo de puta?
- No mi amor... me movés el orto de esa forma y se me pone la verga re dura, ¡Qué querés que haga!
- Re gorda... que gruesa es...- le decía agarrando el ancho de su tronco, que era importante aunque no estaba del todo parada
- Vos me la ponés asi - me decía mientras yo seguía moviendo mis caderas sobre su verga
- La extrañás?
- Qué?
- No te hagás el boludo... la extrañas a Agustina?
- Extraño verte con ella...
- Dale pajín... decilo que me encanta... me re calienta que digas eso
- Extraño como me chupaba la verga tu amiga - su pija ya explotaba de lo dura que estaba

De pronto, apareció Agus en escena. "Uff mi amor" exclamó Lucas cuando la vio. Ella no dijo nada. Se puso atrás mio, me sacó la remera y empezó a besarme el cuello y la espalda mientras yo seguía chapando con Lucas, que hacía fuerza para desatarse. De golpe, me agarró de los pelos y me sacó de encima de mi novio. "Ya vuelvo amor", le dije para regalarme a los brazos de mi amiga. Nos besamos y nos dejamos caer en la cama.

La ropa voló y quedó desparramada por el piso. Quedamos desnudas, solo en tanguita. La puse en 4, siempre apuntando al lugar donde estaba él y comencé a morderle el culo. Le pegaba chirlos y la mordía por todos lados. Corrí apenas su tanguita para dejar al aire su concha empapada. Le pasé la lengua, primero despacio por todo el contorno y luego abriendo mi boca me la devoré entera. Ella mordía la almohada aunque soltaba algunos gemidos fuertes para ponerle un toque de más calentura al ambiente.

Se dio vuelta, quedando acostada boca arriba y me tiré sobre sus tetas. Me puse yo en 4, con ella abajo mio mientras le besaba y mordía todos los pechos. Agus sostenía mi cabeza entre sus tetas para que no me escapara. Me puse a su lado, para seguir besándonos desesperadas. Nos comenzamos a pajear una a la otra rozando nuestros pezones. En un momento, ella se tiró sobre mis pechos y comenzó a lamerlos y agarraba mis tetas con toda la mano. Abrí mis piernas y la aprisioné contra mi cuerpo.

A lo lejos, Lucas no se perdía detalle. Se movía tratando de rozar su verga con la toalla. Se ve que lo había atado fuerte. "Soltame que me quiero pajear", suplicaba Lucas. Me apiadé de él y le saqué la toalla dejando su verga al aire. "Uff" sentí que exclamó mi amiga cuando vio el trozo de mi novio. Agarré su verga con mis dos manos y le pegué una chupada rápida para dejarla toda ensalivada. Luego, lo desaté y volví con Agus.

"Que pedazo de verga tiene tu macho, Julieta" me dijo al oído. Yo la agarré de los pelos y me senté arriba suyo. Un poco de la calentura y otro por celos, no lo voy a negar. "Callate puta" le dije mientras le comenzaba a refregar mi concha en sus labios. Ella estirando sus manos agarró mis tetas y se dedicó a lamer mi concha hasta que me hizo explotar.

"Vení, senti" me dijo ella. Me acomodé a su lado y me besó. En su boca tenía aún saliva mezclada con mis flujos y mi acabada. Me encendió a mil y le metí la lengua lo más adentro de su garganta posible. Tragué un poco de su saliva y ella hizo lo mismo con el resto. "Contale" me dijo señalando a Lucas, que tenía carita de estar en un cumple con la pija en la mano moviendola despacio, calculo que para aguantar lo más que pueda.

"Juntó mis flujos y me los dio de su boca" le dije, mientras Agustina me seguía chupando las tetas. Lucas se mordió los labios y me pude imaginar como se le hinchaba la verga de solo escucharme. Mientras ella me chupaba la concha, yo pajeaba a mi amiga y la hice acabar. Ya más relajadas las dos, nos quedamos abrazadas y besandonos rozando nuestros cuerpos. Agus espiaba por encima de mi hombro como se pajeaba. "Ya acabó?" le pregunté para que me confirmara mis sospechas. "No... se la mueve despacito" me contestó sin dejar de mirarlo.

Saqué del cajón el consolador para cogerla, aunque ella se negó. "No boluda, me hacés ver esa pija y después me querés dar esa cosita... olvidate... vení y trabajá vos". Guardé el consolador y la acosté boca arriba. La besé desde su cara hasta la punta de los pies, subiendo por sus muslos hasta terminar en su cintura, recorriendo con la lengua el ancho de su cuerpo y bajando hasta su concha. Metí la lengua adentro y luego empecé a chuparla despacito. Un dedo, luego dos, entraron en su concha. Sus muslos estaban empapados de lo mucho que se había mojado.

Después de un rato cambiamos. Ella me puso en 4 y se montó encima mio con su cabeza contra mi cola. Me mordió y pegó cuantas veces quizo, como ofrenda a Lucas. Me abría las nalgas y enterraba su cara en mi culo, pasaba la lengua en mi concha... Sentí 2 dedos que me penetraban mientras la lengua lamía mi colita. Yo gemía sin parar. No solo por el placer que me daba mi amiga, sino también por saber que mi novio se estaba pajeando viendo todo... y por la cogida que me esperaba en un rato.

"Vas a acabar para tu novio, putita" me repetía Agustina sin dejar de cogerme con los dedos. "Siii siii" gritaba yo como loca. "No sabés como se recorre la mano por todo el tronco el guacho, la tiene re dura mirándote sometida y bien trola. Puta regalada". No aguanté. Mi cuerpo tembló y mis piernas se aflojaron haciéndome caer sobre la cama. Ella solo sacó los dedos de mi concha cuando dejé de convulsionar.

Nos besamos un rato largo, rozando nuestras conchas en los muslos enlazados. Me solté de ella, y fui directo a arrodillarme frente la verga de Lucas. Se la empecé a chupar, levantando mi culo hacia la cama. Agus estaba sentada mirándonos y pajeándose. La pija de mi novio estaba extremadamente dura. No podía creer que haya aguantado tanto...

Le pasé la lengua de abajo arriba, mirándolo a los ojos y al moverla un par de veces explotó. El primer chorro le llegó casi hasta el pecho. Sin dejar de mirarlo metí la punta en mi boca haciendo que el resto de la acabada terminara ahi. Me senté ahora mirando a mi amiga y le mostré la leche que había recolectado y en un movimiento me la trague.

Me levanté y me fui donde estaba ella pajeándose y la besé. Aún tenía un poco leche de Lucas en mi boca. Cuando ella la sintió se puso loca y me besó desesperada. Yo apoyé mi mano sobre la de ella para que terminara más rápido. Aceleramos juntas la paja hasta que explotó y se dejó caer sobre la cama. "Me volás la cabeza" me dijo abrazándome. "Y vos a mi". Nos olvidamos que al lado, estaba Lucas. Con la verga aun chorreando pero dura de nuevo. "Mejor me voy", dijo ella cambiándose rápidamente.

Se saludaron como si nada hubiese pasado y yo bajé a abrirle. En el ascensor solamente nos abrazamos, aunque nuestras caras no podían ocultar la felicidad que cargábamos. Ella se fue, yo subí sabiendo lo que me esperaba. Lucas me agarró y sin decir palabras me pegó una cogida con bronca, se notaba que era con bronca. Me ahorcó, me puso en 4 y le sacudió agarrándome de los pelos clavandome la verga sin piedad hasta el fondo. Yo gritaba de placer, de dolor de agotamiento... pero el seguía.

Sacó la pija de la concha, me escupió el orto y asi como venía con la lubricación de mi concha me destrozó el culo con ganas. Cuando estuvo por acabar, la sacó y me largó toda la leche en la espalda. Se puso en frente y me hizo limpiarle la pija, no sin antes refregarme todo el tronco por la cara. Me ensució de saliva, leche, flujo... toda esa mezcla terminó en mi cara. Me agarró de los pelos y asi sucia como estaba, me besó. "Me encanta lo puta que sos", me dijo y se fue a limpiar. Fusilada por todo lo que había pasado, me quedé dormida. Parece que las vacaciones no van a ser tan tranquilas como esperaba.

Descubriendo habilidades (parte 2)

Primera parte

Me acerqué a la puerta de la habitación de mi hermano, que no estaba cerrada del todo. Lo vi a él sentado en la cama tirado hacia atrás, apoyándose con los codos, y a Agustina arrodillada delante de él chupándole la pija.

Pero que digo chupar... tragar!!! no podía creer como Agus se tragaba hasta el último cm de su pija. No era una pija super grande como Lucas, pero la verdad, está bien dotado mi hermano, no tan gruesa pero un largo importante (yo sospechaba de verlo en boxer, Agus ya me lo había confirmado y yo lo terminé de comprobar esa noche).

La guacha llegaba a tocar su nariz contra la panza de él con una facilidad que me sorprendía. Metía y sacaba, todo el tronco. Se podía ver como la pija de mi hermano brillaba de la cantidad de saliva que dejaba Agus con cada tragada. Realmente disfrutaba hacerlo! y mi hermano estaba loco mordiéndose los labios observando sin poder creer como esa pibita le hacía garganta profunda con semejante facilidad.

Después de un rato aguantando la respiración con la pija totalmente clavada en la boca, la soltó dejando un charco de saliva en el piso. Mi amiga tomaba aire como cuando salís de abajo del agua luego de aguantar la respiración un rato. Agus se paró y lentamente se fue subiendo arriba de él. Agarró la verga con la mano, la acomodó en su concha y se puso a cabalgar.

Mis ojos estaban enormes del asombro (y un poco de morbo, obvio) que me generaba la situación. Nunca había visto coger a nadie (en forma pasiva, digo). Era la primera vez que me encontraba espiando dos personas cogiendo y encima eran mi mejor amiga y mi hermano. Me sentí rara al darme cuenta que mi mano estaba entre mis piernas tocando mi concha húmeda.

Siempre con ella arriba, mi hermano la agarró de las caderas, impidiendo que se moviera, y empezó a moverse él. Agustina estaba quieta y solo tiraba la cabeza hacia atrás y mantenía la respiración, ahogando sus gemidos (estaban mis viejos en la casa). Su boca estaba abierta, pero ningún sonido salía de ella.

Solo se sentía el rechinar de la cama con los movimientos frenéticos de mi hermano clavando a mi amiga. En un momento se tiró hacia adelante, cayó sobre los hombros de mi hermano y se tapa la boca, mientras él la seguía cogiendo. Seguramente estaba por acabar, y en ese momento, ahogó el grito dándole un beso a mi hermano.

Mi hermano se frenó de golpe. La acostó en la cama, le agarró las manos sobre su cabeza y otra vez, la penetró. Le siguió dando una cogida brutal. Los gritos de Agus se ahogaron en un beso fogoso y prolongado. Hasta que sacó su pija, y sin tiempo a nada, metió la cabeza entre las piernas de mi amiga. Le comió la concha haciendo retorcer el cuerpo de Agus para todos lados, que desesperada se agarraba con fuerzas de las sábanas.

Mientras, mi hermano con las manos hacía de todo. La tocaba por todos lados. Le amasaba los pechos, rozaba su costado, las subía desde la panza hasta el vale entre sus tetas. Después empezó a meterle los dedos en la concha, sin dejar de chupársela.

Ella estaba gozando y mucho. Ahora se tapaba la boca con las 2 manos, y movía la cabeza de lado a lado como poseída por el demonio. De repente, Agustina levanta todo su cuerpo con las piernas, se empieza a tocar las tetas y a temblar, mientras mi hermano no sacaba su boca de su entrepierna. Al contrario, con mas ganas se quedó ahí chupando y moviendo más fuerte los dedos adentro suyo. Abrió la boca como queriendo beber todo lo que salía de su concha.

Después de ese orgasmo, lejos de calmarse, Agustina se paró y lo hizo sentar en la cama. Ella se puso de espaldas, y se sentó en su pija. Se inclinó hacia adelante y apoyó sus manos en el piso, comenzando a subir y bajar. Mi hermano tenía la espectacular vista de su culo moviéndose y su pija enterrándose en la concha de mi amiga.

El ritmo ahora era más lento. Como que estaban recuperando el aire. De golpe, mi hermano se paró y sin sacársela, agarró de los pelos a Agustina y la puso en 4 en el piso y la empezó a coger otra vez desaforadamente. Nunca me imaginé calentarme tanto viendo coger a alguien.

La siguió cabalgando un rato largo, mi amiga no aguantaba las embestidas y ya estaba acostada totalmente en el piso con las manos hacia adelante tratando de agarrarse del piso, pero él no se detuvo en ningún momento. Veía como cada vez que mi hermano la penetraba avanzaban un poco sobre el piso, de la fuerza que hacía.

Solo cuando ella le dijo algo, el salió de atrás suyo, se acostó en el piso, y Agustina otra vez se sentó sobre su pija. Ahora se movía fuerte pero hacia adelante y hacia atrás, a veces paraba y se movía en círculos. Estaba buscando otro orgasmo que no tardó en llegar: empezó a acelerar el ritmo y de repente se detuvo.

Quedó dura un rato, mirando hacia arriba y con la boca abierta, tragándose el aullido de perra en celo que ya le había escuchado en casa de Lucas. Se tiró encima de mi hermano, se quedaron así un rato tratando de recuperar el aliento.

Mi hermano se paró, ella seguía tirada exhausta en el piso. Pero solo un rato. Se fue arrastrando por el piso, gateando hasta donde estaba parado él, se arrodilló y le agarró la pija, empezando otra vez a comérsela toda. La muy puta se la tragaba hasta el fondo, y la sacaba. Se la tragaba, quedaba ahí con la verga clavada, y de golpe la sacaba. Lo pajeaba. Jugaba en su cabeza y lo pajeaba cada vez más fuerte.

Se notaba que mi hermano estaba a punto de acabar. Podía ver como le flaqueaban las piernas. Y cuando acabó, mi otra sorpresa: antes que llegara a acabar, se metió la cabeza en la boca sin dejar de pajearlo. Se tragó todo. Y no solo eso... mientras acababa, se la volvió a meter hasta la garganta.

En ningún momento sacó la pija de su boca mientras lo seguía pajeando y peteando. Cuando terminó de limpiar por completo su verga, se tiró hacia atrás sentándose a sus pies. Lo miraba con una cara de felicidad, satisfecha por el deber cumplido. Ahí me desperté del trance en el que estaba y me di cuenta que en cualquier momento iba a volver a mi habitación, y me fui.

Ese día descubrí porqué Agus lo volvía tan loco a mi hermano (y a varios). Descubrí la habilidad de mi amiga: tiene la capacidad de hacer unas gargantas profundas que deja loco a cualquiera. Vi hacérselo a otros. Aún hoy no deja de sorprenderme y darme un poco de envidia también.

Me acosté en mi cama. Sentí que alguien entraba, era Agustina. Me hice la dormida. Dejé pasar un rato para darle tiempo a acomodarse en mi cama (yo dormía en el suelo), y me doy vuelta poniéndome boca arriba. Metí sigilosamente mi mano adentro de mi tanguita, súper mojada igual que mi concha. No iba a poder dormir sin tocarme antes.

Descubriendo habilidades (parte 1)

Todos tenemos un don... alguna habilidad para lo que sabemos somos buenos. Esto se aplica también en el sexo. Hoy les voy a contar, como descubrí el mío.

Las vacaciones habían terminado, y volví a la rutina del estudio, el hockey, los entrenamientos y las salidas. Había sido un verano con muchas cosas nuevas, en especial por Lucas en Mar del Plata.

Ese fin de semana, ya tenía todo organizado para salir con mis amigas; cuando mi hermano viene a mi habitación y me dice "hoy salgo con el auto, si querés te paso a buscar..". Le dije que si, no tenía drama, que me avisara la hora.

Después caí: seguro me había escuchado hablar con mi amiga Agustina, de que se venía a dormir a mi casa. Ellos ya habían tenido varios encuentros, y la verdad que a mi no me molestaba (además, yo estuve garchando con su mejor amigo todas las vacaciones).

Al terminar la noche, fuimos con Agustina a buscar el auto de mi hermano. Grande fue la sorpresa (para bien) al ver a Lucas también en el auto. A esa altura ya no tenía más la inocencia de creer que eso no estaba ya planeado de antemano.

La miré a Agustina, con la que intercambiamos unas sonrisitas pícaras imaginando como terminábamos esa noche. La invitación a desayunar al departamento de Lucas lo terminó de confirmar.

Llegamos al depto, estuvimos un rato charlando boludeces, y en un momento Lucas me agarra de la mano, sin decir nada, como diciendo "suficiente, acá vinimos a otra cosa" y me lleva para su pieza, dejando solos a mi hermano con Agus, que harían los suyo también. La situación la verdad, me calentaba un poco... garcharme al amigo de mi hermano, con mi hermano a escasos metros y encima él, cogiendo con mi amiga. Morbo a full.

Nos besamos desesperados, estábamos muy calientes. Él me pasaba la mano por la espalda levantando mi remera, y yo desabrochaba torpemente los botones de su camisa, para dejar su pecho al desnudo.

Mi respiración estaba agitada, entre caliente y nerviosa (por más que ya había estado varias veces con él, sentía mucha presión de garchar con un pibe más grande que yo, con toda mi inexperiencia a cuestas). Cuando terminé, empecé a acariciar sus hombros y besar su pecho, mientras Lucas con mucha pasión me amasaba la cola, cosa que me encendía mucho.

Fui bajando mis manos, hasta su pantalón, tocando su entrepierna, para sentir de nuevo el terrible matafuego ya casi duro como una piedra que pedía salir. No pude simular la calentura y lo miré con una cara de puta en celo mientras me mordía los labios y con más fuerza le apretaba la pija. Lo senté en la cama me saqué la remera y la mini quedándome en tanga arriba de él, que desesperadamente se sacaba el jean.

Ya desnudo, Lucas esperaba que empezara a chupársela, pero hice un movimiento que no esperaba: me fui deslizando, hasta sentarme arriba de su cara y mover mi concha en su boca, haciéndome coger por su lengua. Me encantaba como me la chupaba, me movía pensando que tenía una pija adentro pero sintiendo esa lengua traviesa jugar en mi concha y mi clítoris.

Sin salir de mi lugar, giré y me puse a deleitar mi vista con semejante pija. Bajé nuevamente mi concha sobre su boca y empecé a chupar ese pijón, probando lo que se sentía hacer un 69. Lucas me tenía agarrada fuerte de la cintura y me empujaba hacia abajo, enterrando más su cara en mi concha. Yo seguía tratando de domar el pijón, aunque no podía meter mucho más que la cabeza.

Me levanté, me acosté y no tardó en tirarse arriba mío. Mientras me chupaba las tetas, me clavó la verga. Muy despacio al principio, hasta que se acostumbró. Y ahí arrancó con el ritmo salvaje que me encanta. Levanté mis piernas, las puse en sus hombros y le dije "cogeme fuerte... pero FUERTE!".

Se sonrió y me entró a dar con una fuerza terrible. Empecé a gritar como una perra. Ya me había olvidado de mi hermano, de Agus, de todo.. Gritaba desencajada agarrada del cuello de Lucas, mientras la cama se movía para todos lados. Acabé como dos veces seguidas.

"Ya acabo" me avisó, y sin pensarlo lo saqué, nos paramos al borde de la cama y fui agachándome, mientras lo miraba con cara de deseo y lujuria. Terminé arrodillada a sus pies pajeándolo. "Dame la lechita... acá", le dije tocándome las tetas. "Uhh pendejaaa..." dijo mientras se la pajeaba contra mis tetas hasta que acabó con un chorro que me ensució toda.

Me tiré en la cama y me empecé a desparramar toda la leche caliente por mis tetas y mi cuerpo... "Como me gusta cuando me enchastras toda..." le dije. Me paré y le comí la boca de un beso, mientras con la mano lo pajeaba. Su pija todavía estaba dura. Yo sabía que este animal me echaba 2 al hilo.

Así que me di vuelta, me puse en 4 y le dije "poneme la pija y partime al medio... quiero que me sigas cogiendo hasta que no pueda más!". Estaba sacada. Lucas miraba sin poder creer lo entregada que estaba.

Me empezó a coger en 4 de una manera brutal. Yo había descubierto que esa pose me encantaba, y no dejaba pasar oportunidad de que me cojan así, como a una putita mientras me agarraban del pelo.

"Que puta me ponés..." le repetía con cada embestida. "Sos MI puta pendeja... MI puta", repetía él. Y no tenía sentido ocultarlo, ese chabón me volvía (y vuelve) loca y me re puede. "Dale cogeme bien duro, cogela a tu putita dale" lo seguía incitando.

Otra cosa que me volvía loca: me la ponía hasta el fondo, la sacaba casi por completo... y la volvía a meter... puff... ni conté las veces que acabé. Su pija cada vez se deslizaba más fácil adentro mío de lo mojada que estaba. Sacó la verga y sin cambiarme de posición, me empezó a chupar la concha, subiendo su lengua hasta mi culo y bajando, metiendo sus dedos por todos lados. Mojé toda la cama de la acabada que tuve. Lucas estaba como loco tratando de chupar y lamer todos mis flujos.

De la habitación de al lado, podía escuchar a mi hermano gritando "no podés... no podés.. te zarpás... como hacés?? que putita hermosa que sos!!". Nos reímos y seguimos, ahora parados, me agarró upa y empezó a levantarme y bajarme brutalmente sobre su pija. Sentía que me partía al medio.

Una mezcla de placer y dolor; y una sensación que me desmayaba en cualquier momento. Me estaba volviendo aun más loca... Se sentó en la cama, y yo todavía clavada hasta el fondo. Despacio, empecé mi cabalgata. Me subía y bajaba frenéticamente, parecía que no terminaba de entrar más ese tronco.

No podía evitar gemir y gritar cada vez que la cabeza de su pija tocaba fondo. Mi concha estaba totalmente dilatada y acostumbrada a la pija enorme de Lucas. Yo subía y bajaba sin control. Me tiré hacia adelante y agarrándome de sus pelos lo usé como soporte para moverme y clavermela más fuerte. "Como me gusta tu pija... me vuelve loca tu pija" repetía mientras mis caderas seguían descontroladas saltando en su verga.

Lucas miraba con un poco de sorpresa y mucha lujuria. Se agarraba fuerte de mi cola y seguía mis movimientos. Tuve un último orgasmo y ya no pude más. Estaba exhausta. Saqué la pija de adentro mío y empecé a chupar... a jugar con la cabeza mientras lo pajeaba y le tocaba las bolas.

Desesperada le pasaba la lengua de arriba a abajo, hasta que sentí como se ponía más dura y empezó a acabar. El primer chorro salió por los aires, cayendo vaya uno a saber donde. Después, siguió cayendo leche sobre su tronco ensuciando mis manos, que aun seguían tratando de rodear ese monumento.

Me quedé sonriendo, pajeándolo despacito mirando como salían chorros de leche que bajaban por su verga. Saqué mi lengua, y limpié su pija como si fuese un cucurucho manchado de helado. Me pasé la mano por la boca, limpiándola mientras lo miraba como se agarraba la cabeza. "Cuando te volviste tan puta?", me preguntó riendo. "Fue tu culpa.", le dije acostándome al lado suyo

Del otro lado, ahora se sentían los gemidos de mi amiga. Nos quedamos un rato en la cama. Cuando se recuperó de los 2 polvos, me cogió de nuevo. Mientras lo cabalgaba otra vez (aprovechando toda la potencia de piernas que me daba el hockey), Lucas me agarraba fuerte de la cola y me daba chirlos, para que la perrita acelerara el ritmo. "No puedo creer en la loba salvaje que te convertiste... sos terrible... me calienta mucho como te movés, como hablás... todo!" repetía mientras sus manos recorrían mi espalda. Le puse las tetas en la boca para que me las chupara. Yo tampoco podía creer lo descontrolada que me ponía. Estaba prácticamente usando su pija para darme placer yo misma. Él ni se movía.

Mi calentura aumentaba. Me acomodé con la espalda derecha, tocándome las tetas, mientras sentía su pija clavarse en mi. Me había convertido en toda una puta en la cama. Me gustaba calentar con la mirada, con los gestos, las palabras. Y me movía como una perra en celo. Ese era (y lo es aun) mi don... en la cama trato de ser lo más puta y perra salvaje que puedo.

Después de ese último polvo, yo ya no daba más. Me ardía la concha literalmente. Nos cambiamos y salimos. Agus y mi hermano nos esperaban listos para irnos. Nos fuimos a mi casa los tres (mi hermano, Agustina y yo).

Obviamente, Agustina "tardó" en llegar a mi pieza. Y me agarró la curiosidad. ¿En qué era tan zarpada mi amiga, para hacer volver tan loco a mi hermano? Me levanté de mi cama y fui despacio hasta la habitación de mi hermano. La puerta no estaba cerrada del todo. Me asomé. Y no podía creer lo que veía... Ahí descubrí la habilidad de mi amiga...

Segundo deep throat

Había estado chateando con Daniel, el hermano de Juli, durante varios días. Quería mostrarle mi nueva habilidad. Pero no el encuentro se hacía esperar, y la situación se ponía cada vez más caliente. Me mojaba de solo sentir el sonido con un mensaje de él.

Una noche, nos juntamos en la casa de Juli para luego ir juntas a bailar. En esa época me vestía muy trolita. Bien como esas pibitas que recién empiezan a salir y quieren mostrar hasta lo que no tienen. Shorcito cortito, remerita cortita, ajustada y escotada. Pelo suelto por encima de uno de mis hombros. Una modelito.

Daniel no me sacó los ojos de encima desde que llegué. Me sentí observada todo el tiempo. Me garchaba con la mirada. Mis piernas temblaban de los nervios pero me encantaba. Y casi me caigo cuando se puso atrás mío y sentí su perfume.

Porque, por más que me sentía la más trola del mundo luego de lo que había hecho con mi vecina, no era más que una pendeja descubriendo, experimentando y aprendiendo.

En mi habitación me imaginaba el garche perfecto, siendo yo la mejor protagonista; pero en la realidad me agarraban miles de miedos. "Lo haré bien?", "le gustará?", "que pasa si hago esto, si no hago aquello?".

Volvamos a esa noche. Daniel parado atrás mío respirándome casi en la nuca. "Volvés a dormir acá esta noche?" me preguntó. Me agarró suavemente de las manos, como para bailar y fue subiendo por los brazos haciéndome correr un escalofrío por toda la espalda. "Si" le contesté entre suspiros.

Justo en ese momento entró Julieta. "Bueno bueno", dijo entre risas aunque la situación yo sabía que un poco le molestaba. Daniel se fue, mirando fijo a su hermana y riendo. Si bien ella estaba al tanto de lo que había pasado, no tenía tanto detalle.

En el boliche me solté del todo. Tomé bastante, aunque no quería quedar doblada para lo que se venía. Solo un poco, para desinhibirme. Y si que lo hice. Me chapé varios pendejos, sin dejar de franelearlos a todos. Aunque ninguno de esos nenes era mi objetivo final. La idea era salir de ahí super caliente lista para lo que se venía.

Volvimos a casa de Juli, ella estaba un poco más borracha que yo. Mejor, pensé, así se duerme rápido. Y eso hizo. La tiré en la cama y le saqué la (poca) ropa para que durmiera más cómoda. Yo hice lo mismo, me puse el pijama que siempre llevaba cuando me quedaba de mis amigas. Un shorcito viejo y una remera larga vieja.

Minutos más tarde, siento que alguien llegaba a la casa. Me levanté y me puse cerca de la puerta para escuchar. La habitación de él está al lado de la que estaba yo, así que tenía que verlo pasar. Pero no venía. Me aseguré que no hubiera nadie dando vueltas, y salí.

La luz de la cocina estaba prendida. Aparecí en silencio y me apoyé en el marco de la puerta. "Hola", le dije llamando su atención. Se dio vuelta, me miró de arriba a abajo y se me tiró encima. Me abrazó fuerte de la cintura y metió sus manos por debajo de la remera, mientras me comía la boca. Yo lo abracé fuerte y me agarré de sus hombros.

Me fue llevando a los empujones, sin soltarme, hacia la oficina de él (trabajaba en su casa). Entramos y cerró la puerta. Prendió un velador, quedando el lugar solo iluminado con una luz tenue, que apenas permitía ver nuestros cuerpos. Yo retrocedí y me apoyé en el escritorio. Él se fue acercando, sacándose la camisa, tirándola al piso.

Acarició mis piernas, subiendo por mis muslos hasta rozar la entrepierna. Me hizo estremecer. No hacía falta mucho, la verdad. Estaba re caliente. Pensé que me iba a sacar la remera, pero despacio me bajó el shortcito primero.

Me dio vuelta y manoseó mi cola un rato. Luego levantó la remera dejando ver la tanguita que había elegido para él. "Te gusta? me la puse para vos", le dije con mi mejor voz de trola.

Dani se mordió los labios y se agachó. La agarró con los dientes y la soltó haciendo que golpee contra mi cola. Me pegó un par de chirlos, me dio vuelta y me hizo sentar en el escritorio. Abrió mis piernas y corrió la tanga con la lengua para luego empezar a rozar mi clítoris con ella. Me dejé caer conteniendo mis gemidos para no despertar a nadie.

"Qué bien me la chupás, no pares!!" le decía yo, mientras él aceleraba el ritmo. Mi tanga ya estaba en el piso y mis piernas rodeando su cuello para que no escapara. Se apartó un poco y empezó a jugar con sus dedos en la entrada de mi concha. Se reía viendo mi reacción cada vez que la yema de sus dedos rozaban mi vagina. "Metemela!" le suplicaba entre suspiros.

Daniel solo se sonreía. Se levantó y me besó mientras sus manos masajeaban mi concha cada vez más fuerte. De golpe, mis súplicas tuvieron su recompensa y me enterró dos dedos. Largué un suspiro de satisfacción arqueando mi espalda, mientras él revolvía sus dedos dentro mío.

Me había agarrado fuerte de su cuello. Dani no me sacaba los ojos de encima, mirando mi cara de placer cada vez que enterraba los dedos.

Cuando volvió a chuparmela, yo ya estaba a punto de explotar. Abrió su boca lo más que pudo y cubrió toda mi concha. En cuestión de segundos exploté en un orgasmo fuertísimo, contenido de varios días. Acabé mordiéndome los dedos para no largar un grito que despertara a todo el barrio.

Había probado lo que era la pija, y me encantaba. Y sentía necesidad de coger y acabar casi todos los días. Y cuando no se me daba, masturbarme solo me hacía tener más ganas. Estaba cada vez más descontrolada.

Cuando Daniel sintió que relajé mi cuerpo después de acabar, me hizo levantar. Me dio vuelta y me apoyó en el escritorio, mirando hacia abajo (con las piernas en el piso). Abrió mi cola, y rozó sus dedos por mis nalgas un rato, llegando hasta la concha.

Sentí como hacía lo mismo pero con la punta de la pija. Cuando rozó mi vagina, levanté instintivamente la cola dejándole servido el paso. No dudó un segundo y otra vez, volví a sentir esa pija que tanto me encantaba.

Daniel metía toda su pija y la sacaba, despacio. De a poco, fue subiendo el ritmo hasta terminar dándome una garchada animal que hizo mover el escritorio de lugar. El golpe de su cuerpo contra mi cola era cada vez más intenso y la penetración cada vez más profunda y fuerte.

Me tenía agarrada bien firme de la cintura. Sus dedos apretaban tan fuerte mi piel que me quedaron marcas por unos días.

Cuando no pudo más, se frenó, sacó su pija y me levantó de los pelos. Mis piernas temblaban y sentía que no podía mantenerme en pie. Él se sentó en una silla e hizo que yo me pusiera arriba de él. Me senté en su pija, mientras él la sostenía.

Me agarré de su cuello y empecé a mover mis caderas, rozando mi clítoris contra su cuerpo. Levanté mi cabeza con los ojos cerrados para disfrutar el momento, cuando sentí como empezaba a comerme el cuello desesperado, para luego tirar un poco mi cuerpo hacia atrás y dedicarse a mis tetas. Con sus dos manos me las amasaba, rozaba los pezones, los chupaba. Yo seguía moviéndome lentamente con la pija totalmente clavada.

Sus manos bajaron lentamente por mi espalda, hasta llegar a mi cola. Abrió mis nalgas y empezó a jugar con sus dedos en mi ano. Mi cara era de excitación, sorpresa, miedo... Quería decirle que frenara, pero las sensaciones que estaba experimentando eran demasiado fuertes.

"Te gusta?", me dijo él dándose cuenta de mi cara. "Ay.. no se... no se..." le decía bajando mi mirada, como con vergüenza, aunque sin parar de moverme cada vez más rápido. "Dale, boluda... mirá la carita que tenés", me dijo agarrándome la cara por mi pera y dándome un beso que me terminó de matar.

Estallé. Exploté. Acabé tanto, que mis piernas se endurecieron un rato largo y era incapaz de moverme. Mientras ahogaba mis gritos en su boca. "Ay...ay... Dios..." no terminé de decir esto, que Daniel se levantó de golpe y me alzó.

Se agarró de mis muslos y empezó a cogerme de parado, con una fuerza que me descontrolaba más. "No parés!!!" le susurraba, pero por como me cogía, lo último que tenía pensado era parar.

Me tiró al suelo y se puso encima mío. Su pija entró con facilidad a mi concha, estaba ya abierta lo suficiente. Sentía como me raspaba la espalda contra el piso, pero no me importaba.

Quería seguir cogiendo. Las penetraciones eran violentas. Mis piernas estaban sobre los hombros de Daniel, que estaba tumbado sobre mi. La sentía en el estómago. Me enloquecía.

"Te gusta putita, te gusta?" me decía mientras no paraba de garcharme, cada vez más fuerte. Me dio vuelta y me puso en 4. No había llegado a afirmarme, que ya me estaba metiendo la verga hasta el fondo de nuevo. Me caí de cara contra el piso, pero él ni se inmutó. Siguió taladrándome con fuerza sin parar, dejándome con la cola mirando el techo.

La sacó por completo, me la chupó un rato, y empezó a subir hasta la cola. Las sensaciones que había sentido antes se cuadriplicaron. "Mirá como te ponés cuando te toco la cola..." me decía mientras con el dedo juntaba un chorrito de flujo que caía de mi conchita. Me hizo abrir la boca y lamerlo.

"Esa cola va a ser mía algún día", dijo mientras se acomodaba de nuevo para garcharme. Si alguna vez había tenido dudas, hoy me las había sacado todas. Daniel tenía razón: la cola se la iba a entregar a él. Además de como me calentaba, nunca me forzó y supo esperar mis tiempos. Se dio. Y él sabía que ese día no era el momento.

Pero toda la piedad que había tenido con mi cola, no la tenía con mi concha. Me agarró de los pelos, como rienda de caballo y me garchó salvajemente un rato largo. Mis piernas no daban más, y él seguía embistiendome con fuerza. Yo no daba más.

- Te falta para acabar? No doy más!- le grité.
-Tomé bastante hoy, y cuando tomo tardo mucho... si querés paramos
- Si... por favor.

Cuando sacó la pija me dejé caer sobre el piso. Estuve así un rato hasta recuperarme. Me dolían las rodillas, que también iban a quedar con heridas de guerra después de la revolcada. Cuando me levanté, él estaba sentado en la silla mirándome, con la pija super parada.

Mi cara se encendió. Sin sacarle los ojos de encima a su poronga, me fui gateando hasta donde estaba. Me agarré de sus rodillas, para levantarme, igual que los bebés que están empezando a caminar.

Me arrodillé entre sus piernas y agarré su pija. "Me encanta... que bien me cogés", le decía mientras lo pajeaba. Daniel acariciaba mi cabeza. "Le puedo dar un premio?", le dije mirándolo a los ojos. Sin decir nada, él me agarró de los pelos y me llevó la boca a su pija. Abrí grande la boca y me metí la cabeza primero, y fui bajando solo hasta la mitad. No quería mostrar todas las cartas de una.

Cada vez que subía apretaba mis labios y la sacaba del todo, pasándole la lengua por el glande. De a poco, el tronco de su verga iba quedando cada vez más mojado. Me aparté, junté saliva y la dejé caer sobre la puntita. Dejé chorrear un poco para luego pasar mi mano y pajearla toda. Las caras y gemidos me daban el indicio que iba bien.

Ahora si, bien lubricado, me empecé a animar más. Metí la punta de la pija y fui bajando. Cada vez un poco más. Llegué a la mitad y la sentí chocar contra la garganta. Aguanté las arcadas y seguí. Noté como su pija latía en mi boca y se iba poniendo cada vez más dura cuando la metía más adentro. Eso me incitaba a seguir tragando.

La primera vez no pude. Me faltaron unos 3 dedos para tragar todo. Pero tuve que salir a toser. Mientras la sacaba, dejé salir toda la saliva acumulada sobre su cuerpo. "Woooww boluda, terribleee!!" me dijo mientras me besaba. Pero yo no me conformaba. Sabía que podía, porque la pija del amigo de Sofía era más grande y había entrado toda!

Le pedí que se parara. Yo me arrodillé bien abajo de él y agarré la pija de nuevo. Ahora la metí hasta la mitad y la sacaba moviendo la cabeza, como asintiendo. Mientras, mi mano acompañaba el ritmo pajeándolo. De golpe empecé a pegar chupadas más profundas.

En la primera pasé la mitad. En la segunda casi llego al fondo, pero otra vez las arcadas y la tos. Sentía mi boca chorreando de saliva. Tomé aire y le dije "no me dejes salir". Daniel me miró como diciendo "estás segura?", pero vio que sabía lo que decía; y tampoco se iba a poner a hacer muchas preguntas.

Agarré la pija y de nuevo fui hasta el fondo. Cuando sentí la arcada, el instinto me hizo salir, pero esta vez tenía las manos de Dani apretando mi cabeza contra su verga. Empecé a toser con la pija clavada hasta el fondo de mi garganta.

Cerré mis ojos llenos de lagrimas y respiré profundo por la nariz. Cuando me calmé, pegué un empujón más y mi nariz chocó victoriosa contra la panza de Dani.

"Hija de mil putaaaaaaaaaaaa!!!!!!!!!!!!!" fue el grito casi suspirado que sacó mientras yo salí escupiendo y tosiendo. Sonreí saboreando la victoria de haber tragado todo, pero no había terminado aun. Lo hice sentar y seguí chupándole la pija. Estaba como esos nenes que quieren demostrar todo lo que aprendieron en el colegio.

Pasaba mi lengua por el tronco, que ya era un mar de saliva, la tragaba un poco, la mitad, volvía a meterla al fondo. Daniel se había emocionado y me tenía agarrada de la cabeza y me empujaba para abajo. Mi garganta ya no daba más, pero no quería parar.

Le empecé a chupar los huevos, mientras lo pajeaba. Mi mano se resbalaba por el tronco lubricado. Saqué la lengua y fui desde las bolas hasta la punta de la pija, donde abrí la boca y me la metí. Lo peteaba sin manos, tratando de llegar al fondo. Daniel me agarró de la nuca y me la clavó hasta aplastar mi nariz contra su panza.

"Por favor, basta... me molesta" le dije cuando me soltó. Volví a agarrar la pija, cada vez más dura y lo seguí pajeando un rato. Con mi mano toqué suavecito en sus bolas. "No aguanto mucho asi", me dijo. "Te aviso?" me preguntó.

Quería terminar el pete a lo grande y sabía que eso les gustaba o calentaba mucho a los hombres. No estaba muy convencida de hacerlo, pero solo por quedar bien con él moví mi cabeza diciendo "no", sin sacarme la pija de la boca.

Al rato, un chorro espeso y caliente golpeaba contra mi garganta. Dejé de petear y empecé a tragar. Traté de tragar lo más que pude y el resto lo dejé en mi boca. Cuando terminó de soltar leche, saqué la pija de mi boca.

"Todavía tenés la leche en la boca?", me dijo al ver como tenía los labios apretados. Sin hablar, me empecé a reír y moví mi cabeza diciendo que si. "Escupila boluda!" me dijo entre risas. Otra vez, moví mi cabeza diciendo no. Abrí un poco la boca dejando caer un poco por la comisura de mis labios.

Puse mis manos abajo de la boca, para que no chorreara en el piso. Cerré los ojos y tragué el resto que quedaba.

Otra vez, saboreando la victoria abrí mi boca mostrando que no había quedado nada.

- Agus, que pedazo de pete te mandaste, te estás convirtiendo en una petera de primera - me dijo mientras nos abrazábamos y nos besábamos, aun desnudos.

Después de quedarnos un rato charlando, nos vestimos y cada uno a su cama. A eso de las 10 de la mañana, siento que alguien me llamaba. Miré a la cama de Juli, pero aún dormía. Era Daniel. "Ey... Agus... no me chupás la pija de nuevo?"

Juli... me violaste!!

Como ya había contado, jugaba al hockey. Ese verano había tenido una pretemporada más dura porque me habían subido a entrenar con el plantel de primera. Antes de empezar la temporada, nos organizamos con las chicas del equipo para ir a la isla, en frente de Rosario, a pasar el día. La pasamos bien, hasta que unas nubes empezaron a cubrir el cielo. En poco tiempo, estaba lloviendo.

Para cruzar en la lancha taxi había una cola infernal. Habíamos quedado 4, las otras se fueron yendo al ver como cambiaba el tiempo. Nos pusimos abajo de un techo que había en uno de los bares. En eso se acerca un chico y nos dice "chicas, ustedes están esperando para cruzar?... Si quieren, quedense con nosotros, terminamos unas cervezas y cruzamos en mi lancha". Ni lo pensamos. Ya estábamos sentadas con ellos.

Eran 4 chicos, de unos 30 años y un pibe de mi edad; que después me enteré, era el hermano del dueño de la lancha... Así fue que lo conocí a Fede... Típico pibito de guita, bronceado, mucho gimnasio, el hermano era RRPP de algunos boliches de moda en Rosario, así que salía seguido y siempre rodeado de gente más grande...

Como éramos de la misma edad, empezamos a hablar más entre nosotros; que donde salía (no íbamos a los mismos lugares, porque yo no entraba), colegio, deportes, etc... en la charla nos tocábamos "sinquererqueriendo". Sus brazos eran una piedra, terrible... y ni hablar de la pancita toda marcada con los raviolitos a full... pero marcada grosa!! Yo había estado con un rugbier, groso y con Lucas que tenía buen físico, pero este pendejo se zarpaba... y si.. me re calentaba!

La tarde pasó, nos cruzaron; y nos regalaron unos frees para la noche. Una de las chicas no fue, así que al final quedamos 3 para ir a bailar. No hice más que poner un pie adentro del boliche y ya lo tenía a Fede atacando.

Con pocas luces, se prestaba más al franeleo y eso hice... fuimos directo al VIP donde estaban todos ("VIP": lugarcito con mesas un poco separado de la pista principal.. nada de otro mundo!), con varias botellas de champagne vacías. Nos ofrecieron de tomar y ahí supe que terminaba todo mal. Yo no era de salir mucho, y cuando salía no tomaba mucho tampoco.

La noche avanzaba, el alcohol también, el franeleo seguía y mi calentura aumentaba. Me llevó a bailar: primero de frente, le pasaba las manos desde los hombros hasta la panza mientras lo miraba y me mordía los labios, lo traía contra mi cuerpo y le respira en el cuello, me daba vuelta y le movía la cola, le ponía sus manos en mi panza, que las fue bajando hasta mis piernas.... ahi me dio vuelta y me dice:

- bien el hockey... que buenas piernas...
- bien el gimnasio... todo duro.. aunque seguro tomas algún suplemento... duro por un lado, pero flojito por otro- le dije en tono de broma
Se quedó mirándome, como que no esperaba esa respuesta de mi. Hasta que reaccionó:
- Ah, eso creés? mirá - dijo apoyándome la pija en la pierna, que obviamente la tenía al palo...

Ya no había más motivo de seguir histeriqueando. Ahí nomás nos comimos la boca ferozmente, ni un segundo pasó que tenía sus manos (si, las dos) en mi culo aprentándolo y masajeándolo, cosa que me ponía aún más caliente. Estaba sacada, no se porqué, tal vez el champagne... pero me sentía más sacada que de costumbre, luchando para meter mi lengua en su boca con desesperación.

Nos sentamos en un sillón y seguimos franeleando, sus manos acariciaban las piernas, y cada vez se animaban a llegar más arriba. Ya no podía disimular los gemidos cuando sus dedos rozaban mi concha. Le mordía la oreja y le gemía suavecito en su oído.

Por suerte el rincón estaba muy oscuro, porque no era un espectáculo para dar en medio de mucha gente. Aunque en ese momento, realmente, poco me importaba. Sin decir nada, se levantó, dejándome sentada en el sillón, le dijo algo al hermano, volvió y me dijo "vamos".

No puse ninguna resistencia. Me agarró de la mano y salimos. Nos subimos a un taxi y nos fuimos para el departamento del hermano. EL departamento. Vista al río espectacular; pero bueno, otro día si quieren les cuento como estaba decorado y todo eso.

Nos fuimos a la habitación, donde nos seguimos matando a besos. Yo ya estaba que volaba de la calentura. Y el pendejo ENCIMA me calentaba con su presencia nomás, así que bueno... muy linda la previa, pero había sido suficiente.

Lo tiré en la cama, le arranqué la camisa lo besé muy suavemente por todo el cuerpo, lo mordí, lo rocé con mis uñas... llegué hasta abajo, le saqué el botón del jean, y después el cierre se lo bajé con los dientes. De una le saqué pantalón y boxer.

Con mis manos fui subiendo desde sus pies hasta su pija muy suavemente, lo tocaba por la parte interna de los muslos, y le masajeaba las bolas mientras con mi boca me acercaba a su pija hinchada que parecía explotar.

Le pasé la lengua desde la base hasta la cabeza un rato, llenando de saliva todo el tronco. Y ahí se vino a mi cabeza una de las enseñanzas de mi prima: "un buen pete, se hace sin las manos", por lo que la levanté un poco con la lengua y me la empecé a tragar. Cuando no me entraba más, apretaba mis labios y subía hasta que se salía. Y volvía a hacer lo mismo.

Después de un rato, se la empecé a chupar con más ritmo. Jugaba con mi lengua en la cabeza de su pija, que latía de lo caliente que estaba. Se quería mover, pero no lo dejaba. Estaba disfrutando demasiado chuparle la verga. Fede no decía nada. Solo dejaba salir gemidos de aprobación de lo que estaba haciendo.

Cuando me cansé de esa posición, me levanté le di un beso bien profundo mientras me iba acomodando arriba de él, franeleando mi concha contra su pija. La agarré de la base, la apunté a la entrada bien húmeda de mi concha y me senté arriba. Largué un suspiro de placer bien largo y empecé a moverme. Primero despacio, para adelante y para atrás. Después en círculos. Siempre con la pija clavada hasta el fondo.

De a poco empecé a levantarme. Fui acelerando el ritmo, le agarré las manos y se las puse arriba de su cabeza, y mientras nos besábamos empecé a mover mis caderas para arriba y para abajo lo más rápido que podía. Estaba desencajada. Mis gritos se ahogaban en su boca mientras nos besábamos. Tenía unas ganas de coger terribles.

Cuando me dijo que estaba por acabar, salí de arriba suyo y se la chupé hasta que sentí que venía el lechazo. Apoyé su pija en mis tetas y me desparramé toda la leche. El primer chorro me llegó hasta la pera. Después, fui moviendo la verga por mis tetas como si fuese una manguera regándome completa.

Fede seguía acostado recuperándose del polvito, pero sin importarme nada me tiré arriba de él de nuevo. Le comí la boca y le llevé las manos a mi concha. "No me vas a dejar descansar ni un poco, no?", me dijo. Me reí y con mi mejor cara de nena inocente moví mi cabeza diciendo "no". Me metió 2 dedos.

Me acosté en la cama, y él se puso a mi costado, para poder también chuparme las tetas. Con la mano busqué su pija, estaba media flácida y chorreaba leche todavía, pero se sentía que estaba empezando a crecer. La tocaba despacio, le acariciaba las bolas y todo el tronco.

Fede seguía jugando con sus dedos adentro mío, hasta que sentí que estaba al palo de nuevo. Lo volví a tirar en la cama, pero esta vez me subí arriba al revés, dándole la espalda a él. Y no hubo precalentamiento de nada. Me la enterré hasta el fondo y empecé a subir y bajar desesperadamente, gritando como una perra en celo.

Le decía que me cogiera más fuerte, pero en realidad la que llevaba el ritmo era yo. Él no podía hacer nada más que agarrarme fuerte del culo. Sentía que me abría los cachetes para ver bien como se enterraba su pija en mi. Me tiré para adelante sin frenar en mis embestidas. Lo único que recuerdo que me decía era "que pedazo de culo que tenés".. "como me estás cogiendo, pendeja"...

Cuando me cansé, sin desenterrar la pija, empecé a girar. Me quedé de costado... y dije "esta no la probé nunca.." y la verdad que me gustó. Me quedé de costado, moviendo mis caderas como una batidora. Seguí girando y lo tuve de de frente de nuevo. No me resistí a comerle la boca, mientras seguía moviéndome en círculos sobre su poronga.

Me levanté y me empecé a mover más fuerte, puse mi espalda derecha y me agarraba el pelo mientras seguía gimiendo sintiendo como me movía con la pija clavada hasta el fondo. Pasó el primer orgasmo, bastante suave, pero no quería dejar de coger. Al contrario, estaba más mojada y con más ganas.

Aceleré aún más mis movimientos. Fede estaba muy entretenido con mis tetas y eso aumentaba la calentura que tenía. Y tanto me calentó que sentí que iba a acabar de nuevo. Esta fue más fuerte. Tanto, que me tuve que agarrar de él porque me temblaba todo. Pero una vez recuperada, seguí cogiéndomelo. Me movía sola ya, no era mi cerebro quien dominaba mis movimientos, era mi concha caliente que no me dejaba parar.

Acabé de nuevo, con dos terribles mojados y fuertes orgasmos que me dejaron tirada arriba de Fede tratando de recuperar el aliento. Le pregunté si le faltaba mucho, me dijo que ya había acabado. Me lo había seguido garchando con la verga toda acabada. La carita de susto del pendejo no me la olvido más."Sos insaciable pendeja!".

Nos quedamos un rato tirados, hasta que llegó el hermano, que venía con una promotora del boliche; asi que decidí irme. Además tenía que volver a mi casa y ya era tarde. Nos despedimos con un buen beso en la puerta. Cuando me estaba yendo para subir al taxi, me agarra de la mano y me dice al oído: "Juli... me violaste!".

Compartiendo macho con mi amiga

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