Mi verano en Funes (7)

En una semana empezaban nuevamente las clases. El clima ya no era de verano, como anticipando el final de las vacaciones. Con Agustina ya estábamos aburridas, casi queriendo volver para Rosario, así que salimos a dar una vuelta.

Se nos ocurrió pasar por la casa de Fede, que no era lejos. Llegamos, nos abre con sorpresa pero contento y nos hace pasar. "Llegaron justo", nos dice, mostrándonos una mesa en el patio una botella de ron, un vaso y unas hojas de menta. "Me estaba haciendo mojitos".

Estuvimos un rato tomando y charlando, hasta que Fede nos dice de ir a la pileta. "Estás loco, con el frio que hace!", le dije. "Además no trajimos la bikini". "Metanse así nomás, total nadie las ve; estamos solos". Nos miramos con Agus y nos largamos a reír.

Ya estábamos en la etapa donde nos reíamos de cualquier cosa. "Claro, nosotras nos metemos en bolas y vos con tu mallita... es trampa. Yo me meto, pero vos te metes desnudo con nosotras", le dijo Agus. No podía creer lo que había dicho.

Fede solo asintió, mientras se sacaba la remera y la malla quedando en un pequeño boxer que le marcaba todo. Se tiró al agua y nos llamó diciendo "yo ya cumplí... vengan ustedes ahora!". No sabía como iba a terminar la cosa, pero me saqué el buzo y el jogging que tenía puesto. Me quedé solo con el culote y me tiré al agua. Estaba helada!.

Crucé los brazos tapándome un poco de la vergüenza (?) y otro poco del frio. La miré a mi amiga que todavía estaba afuera. "Dale boluda, vení que fue tu idea!". Se desvistió dejando ver una cola less diminuta, que provocó los aplausos de Fede. Se tiró al agua, en dirección a Fede. Cuando asomó la cabeza, ya estaba en sus brazos.

Empezaron a chapar, mientras yo miraba en un rincón. Agus soltó a Fede, y se dirigió a mi. Yo estaba parada sin moverme del frío que tenía. Además, por mi cabeza empezaron a pasar miles de preguntas. ¿Se van a ir a garchar y me van a dejar a mi acá? ¿Qué se supone que tengo que hacer? Nunca había estado en esa situación, con un chico y mi amiga los tres solos; sabiendo que las dos habíamos garchado con él por separado. Pero ¿y ahora? ¿Él tenía que elegir con quien irse?

Agus soltó a Fede y se vino para donde estaba yo. Me agarró del cuello y me besó "No te pongas celosa", me dijo. No me resistí, aunque tenía mil dudas. El beso tierno de mi amiga me aflojó y me inundó una sensación de placer tan grande que solté mis brazos de mi cuerpo para abrazarla. Fede miraba apoyado contra el borde de la pileta, aplaudiendo y riendo mientras nos miraba chapando, cada vez más desesperadas.

Agus me soltó y agarrándome de la mano (como si fuese mi tutora acompañándome a mi primer trío) fuimos las dos hacia Fede. Me lo comí un rato, mientras de atrás Agus le bajaba el boxer. Fede me agarraba fuerte la cola. "Viste que culo tiene Juli!" decía Agustina, que notaba como Fede desesperado recorría mi cola.

Salimos los 3, entramos y cerramos las puertas. Nos secamos y cuando volví al living él ya estaba sentado en un sillón con las piernas abiertas, Agustina en medio agarrándole la pija y haciéndole EL pete. Envidiaba (envidio, bah) la forma en que chupa pijas mi amiga.

No usaba las manos. Y con su boca se tragaba todo el largo del mástil del chabón que estaba tirado como un rey siendo participe de la mejor peli porno de su vida. Agus subía y bajaba, moviendo la cabeza. Se notaba la saliva que iba dejando a lo largo de la pija. La agarró con una mano, pajeándolo. Su mano se deslizaba fácilmente por toda la pija.

Me acerqué y me arrodillé a su lado. Estaba como bloqueada, no sabía que hacer. Ella me dejó un lugar y me dio la pija en la boca. Agustina se arrodilló en el sillón al lado de Fede, que le agarró las tetas empezando a tocarlas y chuparlas. Mi amiga le suplicaba que se las comiera, mientras que con la mano se tocaba la concha.

Fede se levantó y sentó a Agustina en el sillón, en el mismo lugar donde estaba sentado él. Se arrodilló y se la empezó a coger con la lengua. Pero coger coger. Le metía la lengua bien adentro. Agus se tocaba las tetas. Con un poco de miedo, acerqué mis manos a sus pechos. Ella respondió quitando sus manos, para dejar que yo la toque. Se quedó mirándome mientras sonreía. No me aguanté, me agaché y nos comimos la boca.

Fede se levantó y así como estaba se la puso a Agus, sin anestesia. Nosotras seguíamos besándonos, hasta que él puso su mano sobre mi hombro, me acercó a él y me lo comí mientras seguía taladrando a Agus. Imitando a mi amiga, bajé mi mano y me empecé a tocar la concha. Estaba empapada. Fede bajó también su mano y empezó a meterme sus dedos adentro mío.

Él seguía cogiendo la concha de mi amiga mientras me garchaba con sus dedos. Me senté al lado de Agus y me empecé a tocar con más fuerza, ya directamente metiéndome los dedos. Sentí como la mano de Agustina se acercaba a mi cuerpo, para ayudarme en la tarea.

Fede sacó su pija de adentro de Agus y me la empezó a poner a mi. Al fin! Estaba re caliente y le pedía que me cogiera lo más fuerte que pudiera. Agustina se levantó, se puso en 4 en el sillón al lado mío y me empezó a chupar las tetas.

Fede tenía en primer plano la cola de Agus. No perdió un segundo, y se chupó un dedo y se lo clavó en el ano. Después salió de adentro mío y se puso atrás de Agustina. Prácticamente se le tiró encima y empezó una cogida bestial, todavía con el dedo en la culo. Agus seguía chupándome las tetas, ahogando los gemidos que le provocaban con la cogida.

Me acomodé hasta quedar con mi concha frente a la cara de mi amiga, que no dudó en chupármela. Sentía como su boca y su lengua se clavaban en mi concha con cada embestida que le pegaba Fede.

Había acabado como 2 veces, Agus estaba por acabar también. Empezó a mover la cola para arriba y para abajo, con la pija clavada. No paraba de gritar. Yo estaba que me venía de nuevo, de ver la situación nomás. La agarré de los pelos y le puse la cara de nuevo en mi concha. Sentí el grito del orgasmo de Agus explotar en mi concha.

Fede también estaba por acabar, sacó la pija y la descargó sobre la espalda de mi amiga, que rendida cayó acostada en mis piernas. La respiración de los 3 empezaba a volver a su normalidad.

Agus se levantó para limpiarse, y yo aproveché para agarrarlo a Fede y comérmelo todo. Lo besé por todo el cuerpo. Llegué a su pija, que ya estaba dormidita y me dispuse a despertarla. Se la chupaba con ganas, lo pajeaba le tocaba las bolas. Cuando Agustina llegó, me dijo "dejame a mi"... Se arrodilló al lado mío y de una se devoró el pedazo semi dormido.

Abría la boca y la cerraba apretando sus labios cuando salía. Era increíble ver como la pija de Fede empezaba a tomar tamaño en la boca de mi amiga. Agarró el tronco con la mano y me invitó a chuparla. Me la metí hasta que mis labios tocaron sus dedos. Estuvimos jugando un rato, hasta dejarla totalmente dura de nuevo.

Me puse en 4 en el piso, apoyando mis codos y arqueando la cintura. Fede de atrás me embestió y empezó a moverse más rápido que la primera vez. Agustina se sentó adelante mío. Me miró sonriendo y yo le respondí con un guiño, en señal de aprobación. Sabía que es lo que buscaba. Nunca me imaginé que iba a acceder tan fácil a hacer eso . Abrió sus piernas, dejando mi cabeza entre ellas. Empecé besando sus muslos, rodeando su concha, con miedo de ir AHI.

Hasta que ella me agarró de los pelos y de un golpe me metió la boca en su concha. Estaba totalmente atrapada. Atrás estaba Fede, cogiéndome con fuerzas y de adelante Agustina moviendo su concha en mi cara. Después de un tiempo, abrí más mis labios y empecé a besarle la concha, pasándole la lengua desde abajo hasta arriba, para volver a comerla toda.

"Fede, te gusta la cola de Juli?" preguntó mi amiga. "Está buenísima", respondió pegándome un chirlo. "Hoy se la tenés que hacer! Rompele esa cola hermosa que tiene, que a la muy puta le encanta". La forma que mi amiga vendía mi cola me estaba sobreexcitando.

Fede se sentó en el piso, apoyando su espalda en el sillón, y me llamó para que me sentara arriba. Sin levantarme, fui gateando hasta donde estaba. Me senté en su pija y empecé a cabalgar. Sus manos me agarraban fuerte la cola, y sus dedos buscaban mi ano.

Agustina estaba atrás mío, chupándole los dedos a Fede, para que él los metiera en mi cola. Mi amiga estaba comiéndome el cuello, mientras acariciaba mi espalda y mi cola. Estaba entrando en éxtasis. Cuando acabé, le pedí que me la metiera. Me arrodillé en el piso poniendo mi cuerpo sobre el sillón.

Fue entrando despacio, hasta que se acostumbró y mi colita empezó a pedir más carne. Se terminó devorando el pedazo de Fede. Sentía las manos de mi macho agarrarme firme de la cintura y las de Agus por mi espalda. Se movía despacio, hasta que le pedí que me diera más fuerte. Su pija entraba completa en mi culo y yo no podía evitar gritar cada vez que entraba.

Cuando Fede dijo que estaba por acabar, lo frené; lo hice salir y la puse a Agus en 4 entregándosela. Fede empezó a cogerla, mientras yo la preparaba para la enculada. No iba a ser la única que se vaya con el culo roto.

Me senté adelante de ella y antes que se diera cuenta le agarré la cabeza y la puse en mi concha. "Esa cola también pide pija", dije entre los gemidos que me provocaba la lengua de mi amiga. Fede la sacó y empezó a encular a mi amiga. Fue empujando con fuerza, hasta que cedió y entró. Ahora si, empezaba a moverse en su culo con más fuerza.

Agustina sacaba la boca de mi concha solo para pedir que se la culeara más rápido. "Fede, escuchala! rompele el orto que también le encanta!". No iba a aguantar mucho más, se notaba en su cara. Entre que se estaba cogiendo dos colitas cerraditas, y el show que le dábamos nosotras, no aguantó. Y yo quería mi ración de leche, así que cuando vi que la sacaba para acabar, me tiré al piso y le dije "ahora la leche me toca a mi!".

Me quedé en el piso tocándome la concha, hasta que Fede se puso arriba mío y descargó toda la leche que le quedaba en mi panza. Agustina se levantó y se tiró encima mío, riéndose mientras nos movíamos desparramando toda la leche en nuestros cuerpos.

Nos dimos unos besos por un rato largo, antes de terminar acostadas una al lado de la otra. Así nos quedamos hasta que Fede volvió de bañarse. El turno del baño ahora era nuestro y nos metimos las dos juntas.

Nos volvimos a la casa de Agustina. Nunca había imaginado una despedida de verano así, pero fue acorde a la locura que fue ese verano. Aunque era solo un anticipo de lo que nos esperaba vivir en el año que empezaba.


Mi verano en Funes (6)

El verano estuvo dividido entre las fiestas en casa de Fede, y las tiernas tardes con el vecino de Agus, Nachito, mi "novio" de verano (al menos eso creía él).

Era domingo, el padre de Agus había hecho un asado y mi familia había ido a pasar el día. También estaba la familia de Nacho. A la tarde, nos fuimos para la pileta. Yo me puse a tomar sol con Agus. Nacho estaba jugando a la pelota con los viejos y mi hermano.

El sol, el calor, verlo desnudo corriendo y transpirando, me encendieron. No se porqué. Tal vez, estaba en esa época donde cualquier cosa te calienta. Culpa de las hormonas. Tenía mi reposara mirando hacia el parque donde estaban jugando. No le sacaba los ojos de encima a Nacho.

Lentamente abría y cerraba mis piernas, con mis manos en mis rodillas. En algún momento él miró para donde estaba y se dio cuenta de mi juego. Agarré el bronceador, y me empecé a pasar por los brazos, los hombros y la panza.

Cuando se acercó a buscar la pelota cerca de donde estaba, abrí más las piernas y me pasé en los muslos y tirando mi cuerpo hacia adelante, sin sacarle la vista de encima, bajé por mis pantorrillas. Por un momento, quedó paralizado mirándome, y yo a él. Hasta que le gritaron que vuelva al partido y se fue.

El grito de mi amiga me sacó del trance

- Boluda! Están todos acá!! no podés ser tan trola!! - me dijo, advirtiéndome que se había dado cuenta de lo que estaba haciendo.
- Buenoooo!!! me calienta el pendejo, que querés que haga!! - le dije por lo bajo y la verdad, que no había pensado que estaba mi familia, la de ella y la de Nacho tomando mates en la sombra a menos de 10 metros. Pero lejos de frenarme, me calentó aún más.
- Vayan a garchar entonces!
- Donde??
- Atrás de la casa!!

En la parte de atrás de la casa, había muchos árboles. Formaban un pequeño pasillo, entre la pared de la casa y la del vecino que justamente, era la casa de Nacho (y no había nadie). Se me aceleró el pulso, pensando en esa posibilidad arriesgada, pero muy caliente.

Seguí tomando sol, y ellos jugando a la pelota; hasta que pararon para tomar agua. Me paré y le hice señas a Nacho que me siguiera para la casa. Entramos, y en la cocina cerré la puerta y le comí la boca de un beso. Él, desesperado, empezó a meterme mano por todos lados y ya quería sacarme todo. "Pará! acá no... vamos para atrás.."

Planeamos todo en un rato: yo salí por la parte del costado de la casa, Nachito dijo que iba a la casa a buscar algo y volvía. Al rato estaba saltando el pequeño tapial que separaba las dos casas. Yo estaba contra un árbol esperándolo.

No había tiempo de romanticismos, lo agarré y le pegué la espalda contra el árbol le bajé de una el pantalón, mientras desesperada me arrodillé a chuparle la pija. Me movía rápido. Mis manos tocaban sus bolas y las acariciaba. Nacho estaba mirando para arriba con los ojos cerrados. Lo estaba haciendo volar. Agarró mi cabeza con las dos manos y acompañaba mis movimientos.

Me paré y me puse contra el árbol, ofreciéndole mi cola. Me agarró de la cintura y apuntó su pija a mi concha. Entró fácil, por lo lubricada que estaba. La situación me podía, estaba al borde del éxtasis. Yo me empujaba del tronco, para clavarme más el otro tronco, el de Nacho, que entraba hasta el fondo en cada embestida que me pegaba.

El pibito seguía cogiendo, estaba imparable. No podía acabar, seguramente de lo seco que lo había dejado esos días. Lo hice parar, me di vuelta agachándome y se la empecé a chupar, mientras lo pajeaba. Tiré mi espalda hacia atrás, quedando atrapada entre el árbol y su cuerpo. Mis manos acompañaban el movimiento de mi boca. Mis labios apretaban la verga y mi lengua jugaba cuando llegaba a su cabeza. La sentía cada vez más dura. Lo miré y me sonreí triunfante. Ya no aguantaba más.

Apoyó sus manos en el árbol mientras se movía cogiéndome la boca, empujándome contra el tronco del árbol. Aparté su pija de mis labios y mientras lo pajeaba le decía "hoy quiero que me des la lechita acá" mientras mi otra mano la pasaba por mis tetas.

Obediente, me largó un caliente chorro de leche en las tetas. Lo seguí pajeando, hasta asegurarme que no quedara ni una gota y su pija empezara a perder dureza. Nos cambiamos, él se volvió a trepar a su casa para volver por donde había venido. Y yo volví a la casa.

Cuando salí estaba todo como cuando me había ido. Sin mirar a nadie me tiré a la pileta y disimuladamente me limpié la acabada de Nachito, la tierra en mis manos y rodillas y la corteza del árbol en mi espalda. Mi amiga me miraba riendo. Salí de la pileta y volví a mi reposera a tomar sol, como si nada.

- Me debés una
- Gracias - le dije guiñándole el ojo... - cuando quieras devuelvo gentilezas -
- Ok... Me dieron ganas de coger con tu hermano de nuevo...

Mi verano en Funes (5)


Si bien fueron varios veranos que pasé en Funes con Agustina, ese año fue particularmente intenso. Me volví a encontrar con Nacho, un "noviecito de verano" (hasta ese año, habían sido solo besitos tiernos, pero esa temporada cogimos de lo lindo).

También me encontré con Fede, otro de mis chongos a quien me lo garché un día; otro día él estuvo con mi amiga mientras yo estaba con su amigo (Nicolás, que también había estado con Agus).

Después de esa última fiesta, íbamos seguido a la tarde a la casa de Fede a estar en la pile, tomar sol, etc... se había hecho un grupo grande, aprovechando que la casa era grande. Uno de los días, nos quedamos hasta tarde, ya quedaba poca gente, y mi amiga había empezado a chapar con Fede. 

Me vino a ver y me dijo "yo me quedo, voy más tarde. Volvete si querés.". Ya era tarde, y quedaba poca gente, no conocía a casi nadie y no tenía ganas de quedarme, así que le dije que me volvía.

El problema era que volver a su casa era tener que inventar alguna historia para los padres. Igual agarré mis cosas y me dispuse a irme. Cuando estaba saliendo, aparece Nico y me dice que también se va, que está en el auto y si quería me alcanzaba. Ganas de caminar no tenía, y ganas de estar con él muchas, así que me subí al auto.

En el camino fuimos charlando un rato, y aprovechando la charla me rozaba o me tocaba; hasta que ya definitivamente dejó su mano en mi pierna y empezó a acariciarla. Un escalofrío me recorría la espalda cada vez que movía su mano. Nico se dio cuenta y subió la apuesta, metiendo su mano cada vez más cerca de mi entrepierna.

Yo ya estaba tirada en el asiento con las piernas abiertas y largando pequeños gemidos. Subió su mano hasta mis tetas, las empezó a tocar por encima de mi remera. Estiré mi mano, y le agarré la pija encima del pantalón, ya estaba al palo. "Sabés que si hacés eso, no hay retorno, no?" me dijo; a lo que contesté: "vos me buscaste. Bancatela".

Me miró con una sonrisa, sacó sus manos de mi cuerpo y las puso en el volante. Dobló en una calle de tierra, y siguió manejando un rato largo. Se veían menos casas, y en el horizonte el sol que ya se estaba escondiendo. Manejó hasta que sólo teníamos campo a nuestro alrededor.

Frenó el auto y se me tiró arriba, metiendo una mano en mis tetas, la otra en mi cintura y comiéndome la boca. Yo lo agarré fuerte del cuello como para que no se despegara de mi boca. La mano que tenía en mis pechos, fue bajando hasta llegar a mi conchita, pero siguió de largo y me agarró fuerte mi pierna, acariciándola primero por afuera, luego por dentro de mi muslo, hasta que sus dedos se posaron en mi entrepierna totalmente empapada.

Lo aparté un poco, le saqué la remera sentándolo en su asiento, y le bajé el pantalón. Su pija saltó totalmente dura golpeando contra su abdomen. La agarré y me la empecé a comer hasta donde entrara. Subía y bajaba con desenfreno, acompañando el movimiento de mi boca con una de mis manos. Recorrí toda la extensión de su pija con la lengua, mientras lo miraba a los ojos y notaba como estaba disfrutando el momento.

Me saqué la ropa (poca, por suerte), mientras Nico tiraba el asiento hacia atrás. Me acomodé encima de él, y empecé a saltar con lujuria. Tanta, que el auto se empezó a mover. "Pará pará!" me gritó Nico, mientras ponía el freno de mano. Me seguí moviendo, agarrándome del apoyacabezas para tomar impulso. Nico me decía cosas al oído que me ponían por demás de loca y provocaba que siguiera cabalgando esa pija sin poder parar.

"Vamos atrás, quiero disfrutar la vista de ese orto hermoso que tenés", me dijo. Me levanté y me pasé al asiento de atrás. Por ser más grandote, le costó un poco pasarse. Yo lo esperaba sentada con las piernas abiertas tocándome la concha y metiéndome un dedo mientras le pedía que se apurara. Pegó un salto desesperado para caer encima mío. Me agarró fuerte de la cintura, me dio vuelta y me la clavó de una.

Me cogía con tanta fuerza que ya no sabía de donde agarrarme. Las embestidas hacían que me pegara la cara contra la ventana, donde también quedaron las marcas de mis manos. Yo estaba re caliente, le pedía a gritos que me cogiera fuerte y que no parara.

Él respondía con movimientos cada vez más profundos y potentes, mientras me agarraba del pelo y tiraba mi cabeza para atrás... puff.. para qué!!!! me ponía más caliente. La otra mano la tenía firme en mi cola. "Que cola hermosa tenés pendeja... que lindo culo" repetía sin dejar de moverse.

En un momento, Nico se quedó quieto mientras yo me seguía moviendo con locura. "Hija de puta, me estás cogiendo vos a mi!". Me reí y seguí tirando mi cola para atrás y adelante cogiéndome su pija.

Me volvió a agarrar de los pelos, esta vez más fuerte, tirando mi cuerpo para atrás, con una de sus manos me agarró de la panza y se empezó a mover con fuerza, embestidas cortas pero profundas. No tenía lugar de donde agarrarme, así que tiré mis brazos para atrás y me agarré de su cintura como pude.

Al rato empezó a gritar que me iba a llenar de leche. Le respondí gritando que quería la leche calentita en la espalda. Sacó su pija, apuntó a la espalda y sentí un par de latigazos calientes en mi espalda. No me podía mover porque seguía acabando y largando... "estabas cargadito" le dije en broma.

Volvimos adelante, nos vestimos. Yo me puse la remera arriba de la leche aún tibia, y sentía como se pegoteaba toda mi espalda. Ahí me acordé que tenía que inventar una excusa de por qué mi amiga no volvía conmigo. Cuando llegamos a la casa, me bajé y antes de entrar veo a Nachito. Me saluda desde lejos, y voy para su casa.

"Hola Juli.. me tenés abandonado!" me dijo. Le agarré la cara y le comí la boca. Todavía estaba caliente, así que ni dudé en ir a coger con mi noviecito. Agarré mi teléfono y le mandé un mensaje a Agus: "yo tampoco vuelvo, me quedo de Nachito.. avisale a tus viejos puta!". Lo miré a Nacho, que me estaba esperando ya adentro de la casa y le dije: "te molesta si me baño antes?".


Mi verano en Funes (4)


"Hola Juli, esta noche hacemos una fiesta en mi casa, venite con tu amiga". Ese mensaje me llegó a la tarde, mientras tomaba sol en la pileta de la casa de Agustina. Era de Fede, que estaba a unas pocas cuadras y ya me había prometido que me iba a invitar cuando organizara una fiesta. Le dije a Agus, que si de joda se trata, no te falla nunca.

Nos vestimos muy de verano, shorcitos y musculosa; con la malla abajo, por si nos teníamos que tirar al agua. Cuando llegamos no lo podíamos creer: todo el patio (un jardín enorme, con pileta) repleto de gente. Una barra al costado de la pileta y otra contra la casa, DJ en vivo. Una fiesta zarpada, exclusiva para los invitados de los dueños (si, toda la guita).

Nos recibió Fede, contento de que hayamos ido. "Esta noche, me lo garcho" me dijo Agustina. La verdad que tenía ganas de volver a coger con él, pero como dijo una vez una amiga mía "figurita repetida no llena el álbum", le dejé el camino libre de que hiciera lo que quiera y yo buscar otra cosa.

Durante la noche, Fede nos fue presentando a sus amigos. Pero uno me llamó la atención. Nicolás, bastante más grande que yo, unos 10 años. Lo que más me calentaba era su cuerpazo de surfer (en realidad, después me enteré que hacía kitesurf).

La noche fue avanzando, yo estaba con Agustina hasta que la muy turra se decidió a actuar y "accidentalmente" se lo cruzó a Fede por el camino. Empezaron a hablar, y sabía que no iba a pasar mucho tiempo hasta que desaparecieran.

Yo me quedé sola, en la barra de la pileta, pero no por mucho: Nico se puso al lado mío y me invitó a tomar algo.

- Que tomás?
- Una coca.
- Nada más? Tenés miedo de portarte mal?
- No necesito estar borracha para portarme mal. - le dije, mandándole una señal. Que obviamente la entendió.

Pero lejos de avalanzarse, hizo como si nada y seguimos charlando; pero ahora él sabía que yo arrancaba y actuaba en consecuencia. Eso me descolocó un poco y me hacía desear más. La inexperiencia me había hecho mostrar las cartas todas de una, pero bueno. Así se aprende.

De a poco sentía que Nico se iba acercando y el tema de conversación subiendo de temperatura. Me sentía cómoda, y me soltaba. El beso no tardó en llegar. Al rato de estar comiéndonos la boca en la pileta, nos fuimos para adentro. En el camino traté de ubicar a mi amiga, pero no la encontraba. "Se lo está garchando", pensé y para nada errada. Fuimos para arriba, lugar donde ya había estado (con Fede), pero las 3 habitaciones estaban ocupadas.

Nos quedamos en un rincón, yo contra la pared, con las manos de Nico manoseándome por todos lados. Me bajó el short, lo primero que atiné a hacer es pararle la mano. Un toque de cordura se apoderó de mi, pero no por mucho. Cuando intentó hacerlo de nuevo, lo dejé seguir.

Cuando cayó al piso, levanté mis pies, para dejarlo a un costado. Abrí un poco mis piernas, para dejar que la mano de Nico se metiera entre mis muslos y empezara a recorrer desde mi cola hasta mi panza, en una mezcla de suavidad y salvajismo que me ponía loca. Me corrió un poco la bikini, y me metió un dedo. Mi cuerpo se movía acompañando las embestidas.

En el mejor momento, una puerta se abre. Nos incorporamos, y aprovechamos para meternos nosotros. Debía ser la habitación de los padres de Fede, porque era grande y tenía una cama doble plaza. Cuando cerró la puerta, Nico se bajó el pantalón. Su pija acompañaba el cuerpazo que tenía. sus brazos eran anchos y duros. Bueno, su pija era ancha y estaba durísima. Con unos huevos colgando terribles que ya me imaginaba me iban a bañar.

Me arrodillé donde estaba, haciendo que él se acercara hacia mi. Lo abracé de la cintura y empecé a comerle la pija, sin las manos. Trataba que no se me saliera de la boca, no era fácil porque era muy gorda, pero lo estaba consiguiendo. Hasta que se movió y trató de meterla más al fondo y me hizo unas arcadas, que tuve que salir a tomar aire.

Me levantó, y me paró en frente suyo, me beso. Me agarró de la cola, levantándome a upa aferrándose de de mis muslos. Con mucha puntería me emboco la pija. Yo me agarré de su cuello, y empezó a moverme para arriba y para abajo con mucha fuerza. La bestialidad con la que me estaba cogiendo me hacía gritar como si me estuvieran matando.

Cuando frenó el "arriba/abajo", empezó un "adelante/atrás" no menos violento. Me separaba de su cuerpo y me traía a él de una manera bestial. Yo estaba con los pelos en la cara, desencajada y sin poder hacer nada, si lo soltaba, me caía. Al parecer se cansaron sus brazos (al fin!) y me tiró en la cama, pero lejos de bajar el ritmo, siguió cogiendo como un animal.

Yo estaba muy caliente, y quería acabar. Si bien esa manera de coger me encantaba, sabía que no iba a poder acabar. Así que lo frené, lo acosté y me dispuse a trabajar yo. Me senté sobre su pija, y empecé a moverme despacio, hasta que me acostumbré a su verga ancha y aceleré el ritmo.

El clímax estaba cerca. Mi corazón se aceleraba. Sentía que mis piernas estaban cansadas, pero eran impulsadas a moverse cada vez más rápido por la calentura y las ganas de acabar que tenía. El grito que pegué cuando llegó el orgasmo se debió sentir por toda la casa. No lo podía creer ni yo. Encima, no fue corto. Estuve sintiéndolo un rato largo. Cuando volví a reaccionar, mi cuerpo seguía moviéndose en su pija.

Nico me agarró de la cola, me inmobilizó y empezó a moverse él con una bestialidad que me hacía sentir que en cualquier momento me desmayaba. Gritaba como loca que no parara. Ese ritmo no lo iba a poder sostener mucho, y efectivamente, sacó su pija y sentí una acabada bestial que llegó hasta la mitad de mi espalda, y se fue escurriendo hacia mi cola.

Caí rendida a su lado, hasta que golpearon la puerta. Otra parejita que quería coger. Salimos a la fiesta. Seguía sin encontrar a Agus. Cuando tuvimos oportunidad, nos metimos de nuevo en una habitación y nos pegamos otro terrible polvazo.

Ya de mañana, yo seguía comiéndomelo a Nico, cuando al fin apareció Agustina. Saludamos y nos fuimos.

En el camino, le pregunté si se lo había cogido a Fede; me dijo que si, me contó algunos detalles y después me dijo: "vos estuviste con Nicolás?".. "Si" le dije... Se empezó a reír, y no sabía porqué...

"El otro día, que vos estuviste con Fede... yo estuve con Nico... Hicimos intercambio de parejas jaja"... Ese día yo estaba muy borracha, y no me acordaba con quien había estado Agus. El resto del camino hasta su casa, fuimos chusmeando sobre nuestros nuevos chongos de verano.

Mi verano en Funes (3)

Entre los días en casa de mi amiga Agustina fue el cumpleaños de mi mamá. Así que volví a mi casa en Rosario para festejar con ella.

No fue una fiesta grande, solo la familia, y una familia amiga que justamente, es la familia de Lucas. MI Lucas.

Como hacía calor, comimos en el patio. Yo me senté en frente de él, y no paramos de intercambiar miradas toda la noche. Me excitaba de solo imaginar cómo me tocaba y besaba. Lo miraba y me mordía los labios, para provocarlo aun más, aunque el efecto rebote era terrible y yo me calentaba mucho con el juego.

Cuando terminamos de comer, y aprovechando la confusión que se levantaron todos para levantar la mesa previa la torta, me fui a mi habitación y le mandé un mensaje a Lucas. "Vení a mi pieza". No pasó mucho tiempo para que se abriera la puerta y entrara él, y sin esperar un instante me agarró de la cintura y me comió la boca, a lo que yo también respondí con un beso profundo de lengua.

Le metí la mano por abajo de la remera para acariciar (casi rasguñando) su espalda, y Lucas lentamente fue bajando las suyas hasta agarrarme la cola y apretarme contra su cuerpo. Podía sentir su terrible pija casi totalmente parada apoyada en mi cuerpo y empecé a franelear mi pierna contra ella. Le bajé el pantalón y la agarré como pude... hasta la sentía pesada.

Cada vez que la veía no dejaba de sorprenderme el tamaño de semejante poronga. La pajeaba mientras intentaba tragarmela. Lo estuve peteando un rato, hasta que se escuchó como llamaban a la mesa nuevamente. Era hora de la torta. Me levanté con una sonrisa pícara mirando como él trataba de recuperarse de la adrenalina que significaba que le hayan chupado la pija en el medio de una fiesta de cumpleaños con nuestros padres a metros.

Para disimular, aparecimos en momentos distintos. Pero mi hermano se avivó, me miró y me dijo al oído "no podés... ser tan trola!". Me reí y me senté. Lucas que se sentó al lado de su amigo y todo siguió normalmente. Nos calmamos un poquito. Pero no por mucho.

Terminó la cena, los padres de Lucas se fueron y mis viejos se fueron a dormir también. Lucas se quedó con mi hermano jugando a la Play. Yo me puse a ordenar un poco, y después de un rato pasé por donde estaban y les dije que me iba a mi habitación. El único objetivo que tenía eso era tirarle por elevación una invitación a Lucas para que vaya cuando quiera.

Al rato Lucas abrió la puerta y cuando me vio solo atinó a decir "Te mato". Yo estaba acostada boca abajo con una remera larga que uso para dormir, levantada (a propósito) a la mitad de cola y una tanguita diminuta que casi ni se veía. Se acostó a mi lado en la cama, empezamos a besarnos mientras lo iba desnudando. Mi remera ya estaba tirada en el piso.

En mis manos ya tenía su pijón al palo, durísimo y con ganas de destrozarme. Me fui para abajo y seguí el trabajo que había empezado. Ahora él estaba boca arriba, y yo arrodillada entre sus piernas comiéndome su pedazo, en realidad haciendo lo que podía.

"Vení que quiero ver una cosa Juli" me dijo. Me acerqué y me sentó sobre su pecho. Me alzó y me obligó a sentarme arriba de su boca, para regalarme una chupada de concha fenomenal. Tanto, que me empecé a mover como si me estuviera garchando una pija. Me agarré la cara y mordí mis dedos para no gritar.

Por más que estaba Lucas abajo, la situación la seguía manejando él. Yo hacía lo que me pedía. Ahora me movió otra vez hacia atrás y agarrando su pija entendí lo que tenía que hacer. Hubiese preferido arrancar de otra manera, porque sentarse en ese matafuego de una no es nada sencillo. Pero bueno, yo estaba re entregada.

Tomé aire, sentí la cabeza en la entrada de mi conchita que empezó a abrirse y relajarse para darle paso. Fui bajando de a poco, ya la sentía casi al fondo. La toqué con la mano y estaba... por la mitad!!! volví a respirar y bajé un poco más. Lucas me alentaba. Me levanté un poco y chau, me la enterré toda. Me tuve que tapar la boca para no gritar.

Apoyé mis manos en su pecho y empecé a balancearme repleta de pija adentro mío. Me dolía pero no podía parar. Estaba re caliente, y no tardé en acabar. Lucas se dio cuenta, me levantó y me paró contra el placard donde tengo un espejo. Se puso atrás mío y de una me la mandó hasta el fondo y empezó a garcharme salvajemente, como me gusta. Me tenía agarrada bien fuerte de la cintura, yo no me podía mover.

Vi mi cara en el espejo. Estaba transpirada, despeinada y con una expresión de dolor pero se notaba en el fondo de mi mirada la lujuria desenfrenada de querer que me siga taladrando. Empecé a sentir como me temblaban las piernas, estaba por acabar de nuevo. Y así fue. Tuvo que parar porque casi me caigo. Fue terrible ese orgasmo. Me temblaba todo el cuerpo.

Quedé arrodillada a sus pies temblando, y él aprovechó para meterme su pija en la boca. Se la chupaba y pajeaba con fuerza, y le decía "quiero la lechita.. dame mi lechita" con cara y voz de nena caprichosa. Sin dudar me cumplió mi deseo, y me llenó de leche ensuciando mis tetas, mientras se mordía los labios y me acariciaba la cabeza como a su perrita obediente.

Con Lucas no hay descanso que valga. Me agarró y me llevó a la cama de nuevo. Lo hice acostar, me puse de espaldas a él y me volvió a sentar en su pija, que seguía durísima. Me recosté para adelante, y me empecé a mover dándole la vista de mi cola y su pija desapareciendo completamente en mi concha. Él aprovechaba para aferrarse fuerte de mis nalgas, y de vez en cuando pegarme un chirlo despacito (mamá y papá duermen al lado... shh).

Me levanté y sin variar mi posición, fui gateando hacia atrás, hasta que mi concha quedó en su boca. Él me la empezó a chupar, y yo quedé con su enorme verga en frente mío, lista para metérmela en la boca. La única vez que la saqué de ahí, fue para gemir cuando exploté de nuevo, esta vez le cayó mi acabada entera en su boca, que no paró nunca de chuparla. Tomé aire, me levanté y me acosté al lado de él.

Nos pusimos en cucharita, y con la punta de su pija empezó a recorrerme toda la concha, hasta que la metió de nuevo. Los movimientos eran cortos, profundos y rápidos. Trataba de agarrarme de lo que tenía a mano para no caerme al piso. Me agarró de los pelos y tiró mi cabeza para atrás y me dijo al oído "te quiero romper la cola"... de la calentura ni lo pensé: "por favor... por favor", no podía estar más regalada a esa poronga.

La sacó de mi concha y empezó a lubricarse bien el pijón, después siguió con mi estrecha colita y de a poquito la empezó a meter. Era la primera vez que me lo hacía en esa posición. Cuando llegó casi a la mitad le pedí que no la metiera más. Me estaba matando. Se empezó a mover despacio, hasta que me acostumbré y yo misma lo obligaba a darme más duro. Una mano de él la tenía en mi concha, tocándome y metiéndome uno o dos dedos... "basta.. basta" le pedí, porque se había secado y no aguantaba más.

Me acostó en la cama y Lucas se puso arriba mío. Me agarró las piernas y acomodó su pija metiéndola hasta el fondo. Cuando esperaba que me garchara toda, la sacó. Y la volvió a meter... empezó a jugar así un rato; la metía un poco y la sacaba... la metía hasta el fondo. Después si, empezó a meterla y sacarla rápido; yo no podía ni respirar.

Se tiró arriba mío y mientras me besaba me preguntó al oído donde quería la leche. Agradecí esa pregunta, si bien lo estaba disfrutando no daba más, estaba destruida. "En la pancita" le dije en suspiros.

Después de un rato de taladrarme donde casi me hace acabar de nuevo, sacó la pija y pajeandose acabó en mi panza. Sentí la leche caliente sobre mi piel y con mis manos la empecé a pasar por mi cuerpo, como si de un bronceador se tratara...

Le conté que casi acababa de nuevo. Me miró y se fue directo a chuparme la concha. No tenía descanso. Lo agarré de los pelos y le enterré la cara en mi concha, la cual movía con fuerza contra su lengua y su boca hasta que acabé de nuevo. Quedé boca arriba, inmóvil con las piernas abiertas recuperando la respiración. 

Se quedó un rato conmigo, y después se fue. Yo me dormí profundamente, así como estaba llena de leche. Al otro día volví a Funes con mi amiga, a seguir disfrutando las vacaciones.

Mi verano en Funes (2)

El fin de semana me pude sacar de encima a mi "novio" Nachito, y salí a bailar con Agustina (con quien estaba pasando mis vacaciones) y otras amigas. El padre de Agus nos alcanzó hasta el boliche, donde encontramos a las otras chicas. Ya adentro, se confirmó nuevamente la teoría de que "Rosario es un pañuelo"... me lo encontré a Fede.

Nos hizo pasar al VIP (el hermano trabajaba ahí), donde nos aprovechamos y tomamos todo de arriba... Con Fede nos pusimos un poco al día, casi un año del primer y único encuentro. Mientras charlábamos, viene Agustina con otro pibe (amigo de Fede) y me dice "ya tenemos como volver a Funes... ellos están en una casa cerca de la mía!", me dijo contenta (contenta porque seguramente se lo quería coger al flaco la muy trola).

- No sabía que estabas en Funes. - me dijo Fede
- Si, estoy unos días en la casa de Agustina... vos?
- En la mía... Cuando salimos de acá, vamos para allá y hacemos after... vengan!!

Obvio que acepté la invitación y seguimos charlando, y empezamos a chapar, pero todo muy tranqui. Mientras, seguía tomando y bailando... Para condimentar la noche, Nachito me mandaba mensajes preguntando donde estaba y que me quería ver cuando volviera.

Cerca de las 5, encaramos para Funes. Yo ya no entendía nada. Iba para donde me llevaban. En el auto, no se de quien, pedí sentarme contra la ventana porque "necesitaba aire"... Borracha, es poco. Al lado se sentó Fede, que empezó a aprovecharse y me metía mano por debajo de la mini, tocándome las piernas.

Yo no sabía si el calor que sentía era el alcohol o la calentura que empezaba a brotar. Tiré mi cabeza hacia atrás, abrí un poco las piernas y medio que me dormí sintiendo como la mano de mi chico recorría mis muslos hasta rozar mi concha.

Mi mano se movió hasta su pierna y empecé a buscar su pija que ya explotaba dentro del pantalón. Un mensaje al celu me despertó. Era Nachito. "ya estoy en casa, te espero?". "No creo q vuelva, no tengo como volver", le contesté con el último resquicio de lucidez que tenía. "Te voy a buscar". NO NENE NOOO! ni le contesté.

Seguí disfrutando de la mano de Fede que nunca se detuvo, es más, ahora ya sus dedos habían corrido mi tanguita y estaban entrando y saliendo de mi concha. "Cuando pasó esto?" me preguntaba, pero la excitación que tenía era muy fuerte como para andar pensando en frenar.

Yo estaba tirada contra el asiento con las piernas abiertas y gimiendo. Gemidos que alertaron a los de adelante (Agus y el otro flaco), que miraron para atrás y no pudieron evitar reírse. "Ahh que puta sos amiga!" decía la caradura de Agustina.

Llegamos a la casa. Yo explotaba de la calentura, pero mal! En el patio ya estaba todo armado alrededor de la pile una mesa para pasar música y los parlantes. Yo me senté en el primer lugar que encontré. Me di cuenta que estaba descalza. Donde dejé los zapatos! Cuando los quise buscar, me agarran de la mano. Era Fede.

Me levantó y me llevó hasta la pieza. Me tiré en la cama, y vi como en un segundo se quedó en bolas. Me senté y esperé. Ni fuerzas para levantarme a chuparla tenía, si querés pete, vení a buscarlo. Me la puso en la boca sin decir nada y yo automáticamente la agarré con las dos manos cruzando los dedos, como si fuese a rezar, y me la tragaba hasta donde podía.

Yo estaba sentada en la cama, y Fede parado agarrándome los pelos y acompañando el movimiento de mi cabeza. Se empezó a mover cogiéndome la boca. Ya no podía respirar, su verga me atragantaba hasta la garganta. Me acosté en la cama abrí las piernas y le dije "estoy cansada, chupamela un rato que yo duermo". Con una sonrisa, enterró su cara entre mis piernas.

Empecé a moverme de placer. Por momentos sentía que me dormía. Todavía tenía un pedo terrible. Ahora la que agarraba de los pelos era yo. Pero no acompañaba ningún movimiento, sino que lo apretaba fuerte, por si se quería escapar, hasta que acabé en su cara. Fede sacó la lengua y lamió todo lo que había largado y chorreaba por mis piernas.

Cuando mi cuerpo se relajó luego del orgasmo, lo agarré de los pelos, lo levanté y le dije "haceme mierda pendejo, cogeme YA!" Le ordené desencajada. Estaba más caliente que antes. Se abalanzó encima mío y me la puso. Entre su saliva y mi acabada, tenía la concha por demás de lubricada, así que no hubo ningún problema en que con la primer embestida llegara hasta el fondo.

Me agarró las piernas, las puso sobre sus hombros y se tiró encima mío, cogiéndome bien fuerte y profundo. Mis manos buscaron su cola, para agarrarlo y apretarlo como queriendo que entrara más adentro. No tardó en llegar otro orgasmo, mientras él seguía taladrándome con fuerza.

A lo lejos podía escuchar como la música seguía y algunas voces. Me acordé de Agustina. Sobresaltada le pregunté a Fede y me contestó que estaba con su amigo. Lo saqué de arriba mío, y me di vuelta. Ahora me tocaba a mi. Me trepé, agarré la pija y la puse en la entrada de mi concha. Fui bajando despacio, sintiendo como me iba llenando de carne.

Empecé a moverme mientras él me agarraba fuerte del culo. Me fue abriendo buscando la entrada de mi ano. Se mojó el dedo con saliva y me lo empezó a meter. "Si hacés eso, te bancás la que viene", le dije totalmente sacada. Obviamente, fue un incentivo para que me metiera el dedo en el culo, haciéndome gritar de placer, mientras seguía cabalgando su pija.

Me paré un segundo, para que pudiera embocarlo bien. Me tiré para adelante y empecé a moverme para adelante enterrándome la pija y para atrás metiéndome el dedo. Me sentía cada vez más caliente.

Con el tercer orgasmo, se me empezó a ir la borrachera y entré en razón que estaba en una casa no se donde, con una pija en la concha y un dedo clavado en el culo. Yo me movía disfrutando como una loca. "Quiero la leche en la colita", le dije saltando sin parar arriba de su pija. "Si seguís moviéndote así acabo", me dijo. "No importa... llename la colita de leche, toda la quiero", le respondí sin dejar de saltar sobre su verga.

Me agarró de la cintura y me acostó boca abajo en la cama. Yo levanté mi cola y él enterró su pija en mi concha. "Que lindo culito que tenés..." me dijo mientras otra vez, me metía un dedo... "Rompemelo" le dije mientras le levantaba el orto, ya no me importaba nada.

Fede no podía creer lo que estaba escuchando. Sacó la pija y empezó a meterla en la cola. Después de la culeada que me había pegado Lucas, meter la pija de Fede no fue muy complicado. Despacito me fui acostumbrando y a moverme.

En la mejor parte Fede gritó que no aguantaba más. "Ay si acabame en la cola, ensuciame todaaa!" le gritaba. Rápido sacó su pija y casi instantáneamente largó toda su leche en mi cola y en la espalda. Quedé rendida en la cama. Fede se tiró a mi lado recuperando la respiración.

El sol se empezó a meter por la ventana. Me pegó en la cara, despertándome. Miro el reloj, eran las 12! Tenía que volver a la casa de Agus, pero no sabía como. Fede seguía dormido. Bajé las escaleras (ni me acordaba que había subido), y en el living veo a Agus con el amigo de Fede acostados en el sillón.

La escena podría haber sido muy romántica, salvo por el hecho que el flaco estaba desnudo y con la mano de mi amiga en la pija. En el camino encontré mis zapatos. La desperté, y le dije que nos teníamos que ir. Lo fui a saludar a Fede, que medio dormido bajó a abrirnos. Nos despedimos en la puerta con un beso.

"Nosotros estamos acá todo el verano, cuando quieran pasen; si organizamos alguna fiesta les aviso!"., me dijo. "Dale", le dije dándole un beso, y aprovechando para decirle al oído "me quedé con ganas por la cola". La cara de dormido de Fede se transformó. No iba a ser la última vez que nos viéramos.


Mi verano en Funes (1)

Después de las vacaciones familiares donde había hecho nuevos "amigos", volví a Rosario. Mi mejor amiga Agustina tiene una casa en Funes (localidad cerca de Rosario), donde generalmente pasábamos los fines de semana o a veces semanas enteras juntas durante las vacaciones.

Pero ese verano, me agarró en una etapa de despertar sexual bastante fuerte y no iba a predominar la inocencia adolescente como en los años anteriores. Lo que sigue, es una maratón (?) de 7 relatos, contando algunas que fueron sucediendo en esos días de verano.

Después de recibir la invitación de Agus, armé el bolso y me fui para Funes. Pasábamos las tardes tomando sol en la pileta, hablando, hablando.. y bueno, hablando. Contándonos cosas sacándole mano a la gente; le conté de mis vacaciones y ella de las suyas. En fin. Lo usual entre dos amigas cuando se juntan a pasar el rato.

En la casa de al lado, vivía el que era "mi novio de verano", Nacho. Un chico de nuestra edad, que vivía en Funes y lo veíamos en las vacaciones. Me lo había comido ya 3 veranos seguidos y era una especie de "pareja oficial" en mis estadías ahí. O al menos eso creía él.

A la tarde nos fuimos a la panadería a comprar algo para comer y yo disimuladamente espiaba para su casa. Parecía que no había mucho movimiento. Cuando volvíamos, lo cruzamos a Nachito en bicicleta. Cómo había crecido el nenito! Había empezado el gimnasio, además que estaba jugando al fútbol. Venía sin remera y se lo notaba todo bronceado y muy fibroso... pero muuuy!!! se me hacía agua la boca. Mis anteojos de sol disimulaban como me lo comía con la mirada. Lo invitamos a merendarcon nosotras.

Nos dijo que estaba solo en la casa y mis ojos se iluminaron. Nos pusimos a hablar en la pile un rato, nos dimos unos besos tímidos, nos contamos cómo nos fue durante ese año que no nos vimos (bueno, no le dije todo, solo lo que se podía contar).

Cuando empezaba a hacerse de noche, nos dice que se iba a la casa a bañar porque se iba a comer con unos amigos. Completamente descolgado de todo y re contra regalada, le dije "te acompaño?". Nacho quedó un poco sorprendido por el pedido, pero no dudó en decir que si.

Atravesamos el jardín hasta su casa abrazados, pero muy en plan romántico... yo me lo quería garchar ahí nomás. Apenas entramos, lo agarré de la cola y lo pegué a mi cuerpo, sintiendo su pija apoyarse en mi pierna. Fui llevando mis manos desde atrás hacia adelante para empezar a masajear el bulto, sin dejar de comernos la boca. Los ojitos de Nacho estaban desorbitados, no se esperaba esa apretada que le estaba dando.

Desabroché su short de baño y dejé escapar su pija dura, comenzándola a pajear. Cuando estaba por agacharme a chuparsela, me frenó y me llevó a su habitación. Se lo notaba nervioso ante mi avance, que no se esperaba para nada. A mi casi que me divertía y hasta me subía el ego de ser yo la experimentada.

Cuando entramos, me acosté en la cama, y en un movimiento rápido me saqué todo y quedé desnuda. Se sorprendió de mi velocidad y se empezó a reír. Me levanté y lo acerqué al borde de la cama. Lo terminé de desvestir, y le empecé a chupar la pija, sentada en su cama y él parado.

La tenía agarrada desde la base y con la boca recorría el tronco con delicadeza, pero apretando fuerte mis labios y girando mi cabeza cuando bajaba y subía. Cuando llegaba a la cabeza jugaba con mi lengua y volvía a bajar. Las risas desaparecieron y ahora solo se escuchaban leves gemidos de placer.

Me tiré en la cama, le agarré la mano y lo acosté arriba mío. Cuando miró para abajo, vio como yo con mi mano me estaba pajeando, tocándome la concha. Con la mirada lo invité a que me ayudara. Con un poco de miedo bajó su mano. "Viste que mojada está?", le dije entre gemidos, a lo que él solo asintió. "Me calentás mucho" le dije antes de enterrar mi lengua en su boca.

Empezó a mover sus dedos. Yo tenía mi mano arriba y lo iba guiando como quería que me tocara. "Meteme los dedos", le dije. Despacito bajó y empezó a meterme un dedo... después dos... con mi mano lo empujaba para que fuera más profundo. "Así.. así...", le decía entre gemidos. Yo volaba de calentura. No sólo por como me tocaba, sino por sentir que lo estaba educando.

"Metemela" le dije. Se acomodó encima mio y me la clavó de a poco, como para no lastimarme. Al principio se movía despacio, hasta que empezó a tomar confianza. Cuando estaba empezando a agarrar ritmo, lo di vuelta y me subí arriba. Me empecé a mover despacio, Nacho llevó sus manos a mi pecho. Me excitaban sus manos rodeando mis tetas, apretándolas y masajeándolas. Yo no podía frenar de tocar su cuerpo duro y marcado.

Estaba muy caliente y cuando me caliento me muevo como una perra en celo. Empecé a subir y bajar mis caderas, moviendo mi cuerpo hacia atrás. Luego, me tiré para adelante y lo abracé, siempre sin dejar de moverme, levantandome y dejándome caer, haciendo que su pija se entierre lo más profundo posible.

No tardé mucho en explotar en un orgasmo tan fuerte que no pude evitar gritar. Lejos de frenar, empecé a moverme con más ganas, para buscar el segundo. No podía parar. Nachito se la estaba re bancando, y me ponía más caliente aun.

Me volví a acostar en la cama, Nacho se tiró arriba y empezó a cogerme, esta vez bien fuerte, como a mi me gusta. "Ay si.. seguí así cogeme fuerte dale" le gritaba, y esto lo hacía moverse aun más fuerte. "Llename las tetas de leche, dale" le decía mientras me las tocaba. Aceleró su ritmo y en seguida sacó su pija y se empezó a pajear arriba de mis pechos, mientras yo seguía tocándolos.

Apenas puse una de mis manos en sus bolas, una cantidad impresionante leche salió disparada de su pija. Dos chorros me salpicaron toda la cara, el resto fue a parar a mis tetas y mis manos y hasta manchó las sábanas. Me la distribuí por el pecho, pero era tanta que pude bajar hasta mi panza. Y todavía seguía chorreando leche!

Se acostó al lado mío y luego de un rato de silencio, me dijo "Juli, te confieso algo... sos la primera chica con la que estoy. Me encantó", dijo aún agitado. Nos besamos y se paró para ir a bañarse. Su pija seguía al palo. Lo que me había dicho, más ver esa pija hermosa aun dura me tentó.

Me metí con él en la ducha, me agaché y se la empecé a chupar mientras el agua caía sobre mi cabeza. Aproveché para limpiarme la terrible acabada que me había ensuciado todo el cuerpo. Y como la buena niña que soy, se lo agradecí... regalándole un pete y otra acabada que me volvió a ensuciar toda. Ahora si, después de limpiarme lo dejé que se bañara.

Cuando salió, se tiró encima mío y me cogió de nuevo, haciéndome acabar un par de veces más.


Después de esos terribles polvos, nos fuimos, yo de mi amiga, él con sus amigos. Nos seguimos viendo todo el verano. Pero lejos de serle fiel, como los otros años, este año iba a ser muy distinto.