La reunión

El verano se había terminado. Las clases comenzaron y cada uno volvió a su rutina. En lo personal, yo volví a entrenar luego de mi lesión, por lo que estaba contenta de retomar hockey.

Era habitual, con algunos de mis compañeros de curso, juntarnos de vez en cuando los fines de semana a mirar pelis, comer, hablar, pasar el rato entre nosotros. Una noche tranqui, sin boliche ni salidas locas.

Luego de las primeras semanas de clase, organizamos para juntarnos con el grupo que más nos llevabábamos. Ese día éramos 4 chicos (Maxi, Martín, Seba y Nahuel) y 3 chicas (Agus, Vale y yo). Sobre el final de las vacaciones e inicio de clases, yo había empezado una relación de "amigarche" con Seba. Nada serio, pero como que eramos chongos "exclusivos". La realidad era que ya habíamos al menos chapado todas con todos.

La reunión fue por sus causes normales, con un poco más de alcohol de lo aconsejado. Uno de los chicos había estado por Europa en las vacaciones y trajo una botella de whisky, que la fuimos terminando durante la noche. No estábamos acostumbradas a tomar whisky, así que pegó bastante.

Con el correr de las horas, las charlas aumentaron de tono. Maxi contó que en España conoció una chica y que le había hecho un pete espectacular. Seba acotó: "mejor que Vale?". Nosotras nos quedamos sorprendidas de lo que había dicho, y más aun cuando respondió: "Para nada, los petes de Vale son los mejores".

Mientras los otros aplaudían y gritaban, Agustina saltó ofendida por el comentario y volvió a preguntar. Él respondió lo mismo, y el resto lo aseguraba. Herida un poco en mi orgullo, también pregunté. "Muy lindo, pero el de ella fue mejor" coincidieron. Seba entonces habló: "Si tanto les molesta, hagan algo para que cambiemos de opinión". Asumimos el reto. Nos miramos las dos, nos paramos y fuimos ella para donde estaba Maxi, yo con mi chongo, Seba.

Nos arrodillamos frente a ellos, que se acomodaron en las silas. Aun tenían las pijas dormidas. Yo le pasaba las manos por las piernas y sus huevos, Agus ya había manoteado la pija de Maxi que empezaba a agrandarse, como sus ojos de ante la sorpresa de lo regaladas que estábamos.

Agus se metió la pija en la boca y empezó a trabajar mientras yo los miraba, mientras tocaba a mi macho. La verga de Seba, por mis manos y la situación al lado, ya estaba al palo. Me la metí en la boca y empecé a chuparla despacito, jugando con mi lengua en su cabecita, mientras lo miraba fijo, para ver su reacción. La pija seguía creciendo.

Agustina seguía con lo que mejor sabía: se metió la pija en la boca y sin problemas empezó a bajar hasta el fondo. Subía casi hasta sacarla entera, y se la comía de golpe hasta que su nariz golpeaba la panza. Maxi estaba tirado en la silla disfrutando. Los otros chicos alentaban a mi amiga a que siguiera peteando.

Agus no perdió el tiempo, y ya semidesnuda, se acomodó para cabalgarlo. Yo seguía jugando con la mitad de la pija de Seba en mi boca. Como no la tenía muy grande, con él podía hacer lo que hacía mi amiga, y me la empecé a tragar de una hasta el fondo.

Abrí mis ojos y lo que vi no podía ser tan excitante: Agustina cabalgando con lujuria a Maxi en la silla, y Vale sentada en otra silla desnuda con las piernas abiertas chupandole la pija a Nahuel y a Martín. Como la chupaba esa piba era digno de una porno. Impresionante de mirarlo nomás!

A mi me sorprendió lo que había crecido la pija de Martincito... la tenía muy ancha, y eso para mí siempre fue una debilidad.

Me tiré en el piso boca arriba, Seba me agarró las manos arriba de mi cabeza y comenzó a penetrarme. Se arrodilló y agarrándome de mis piernas me empujaba hacia su cuerpo con fuerza. Le pedí que me cogiera bien fuerte. De repente se frenó. No supe porqué, hasta que vi como Agustina se estaba por sentar arriba mío, ofreciéndome su concha abierta y mojada.

El pobre Maxi estaba rendido en la silla, con la verga chorreando leche. No había aguantado mucho la cabalgata de mi amiga. Seba tampoco tardó en acabar. Cuando lo hizo, Agustina lo tiró al piso y empezó a limpiarle la pija. Un poco me sorprendió, porque era como mi chongo fijo... pero viendo el quilombo que tenía al rededor... no me importó mucho. Me senté y vi a Vale sentada arriba de Nahuel (dándole la espalda), mientras le seguía chupando la pija a Martín. Ni lo dudé.

Me acerqué a ellos y lo agarré a Martincito. Quería cabalgar esa pijota. Lo tiré al piso y me senté arriba. Levantaba mi cola bien rápido sintiendo todo el ancho de esa hermosa pija entrar y salir de mi agujerito húmedo. "Como te creció la verga, hijo de puta" le susurré en el oído levantandole un poco el ego. "Ay como se siente", le seguí diciendo... demasiado para su lujuria adolescente... otro out. 

Maxi ya estaba para empezar de nuevo. No era extraño, con el espectáculo que tenía alrededor: Agustina cabalgando a Seba, Vale sentada arriba de Nahuel y yo en el piso arriba de Martín, que me pedía salir porque se le había dormido la pija. Maxi se acercó a mi, ofreciéndome la verga ya al palo en mi boca.

Agustina seguía arriba de Seba. Nahuel estaba acabando sobre el cuerpo de Vale, que no tuvo descanso. Maxi sacó su pija de mi boca y, ya empalmadísimo por mi chupada, la buscó y la puso en 4 en el piso y empezó a cogerla.

Nahuel, que había acabado recién sobre Vale, todavía seguía con su pija bien dura, sentado mirando todo. Hasta que se detuvo en el culo de Agustina, que apuntaba directo hacia él. Se levantó y empezó a tocarla y abrirlo, mientras ella seguía cogiendo con Seba.

Cuando sintió a Nahuel jugar ahí atrás, Agus frenó. Le pidió que se lo lubricara bien y lo hiciera despacio. No podía creer lo que estaba viendo: mi amiga pidiendo que la garcharan por la concha y el culo. Nahuel de a poco empezó a clavarle la pija por la cola, acción que hizo estallar en un gemido de placer violento a Agus.

Igual no fue mucho tiempo, no pudieron mantenerse y Nahuel terminó saliendo de su culo. Seba sacó su pija y dejó el lugar a Nahuel, que la siguió penetrando en 4 a Agus. Cuando se la puso por la concha, Agus le pidió que lo hiciera por la cola.

Martín volvió a la carga conmigo. Me puso en 4 mientras decía "quiero disfrutar un poco de esta vista", me dijo mientras clavaba su pija bien gorda en mi concha. Después de cogerme un rato así, la sacó se pajeó agarrando la pija entre mis nalgas y descargó un lechazo terrible que me ensució toda la espalda.

Vale estaba pajeándo a Maxi para hacerlo acabar. Apenas empezó a salir un poco de leche, Vale se metió lo más que pudo la pija en la boca haciendo que descargara todo en su garganta. Ni una gota cayó al piso. Había tragado todo.

No lo podía creer. Vale era la típica nena mimada única hija mujer. Cuando se sacó la pija de la boca, me vio la cara de sorpresa que tenía luego de ver su performance. Se acercó y me dio un beso de lengua maravilloso, con mucho gusto a leche. La calentura que teníamos era terrible.

Agustina seguía siendo penetrada por Nahuel, ahora por la conchita. Mientras Seba se pajeaba con media pija adentro de la boca de ella. Fuimos con Vale para donde estaban ellos. Lo corrí a Seba, acosté a Vale en frente de Agus, agarré su cabeza y después de comerle la boca de un beso por un rato, puse su boca en la conchita de Vale.

Yo empecé a chupársela a Seba, hasta que lo hice acabar en mis tetas. Nahuel sacó su pija y casi al instante largó todo en la espalda de Agus.

No se cuanto tiempo duró todo, pero fue muy intenso. Terminamos agotados, tirados en el piso. Tomamos agua, descansamos un rato y arrancamos de nuevo. Pero como antes había criticado nuestra forma de chupar pija, esta vuelta nos tocaba elegir quién nos chupaba mejor la concha. Esa noche cogimos hasta que los pibes dijeron "basta". No tenían más leche, o no se les paraba más. Los habíamos dejado secos.

En la semana tratamos de esquivar un poco el tema. No nos volvimos a reunir por unos meses. Pero después de un tiempo, volvimos a las reuniones, pero esta vez con más frecuencia que antes y sabiendo como iba a terminar la noche.

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